
Los empleados estatales de la provincia sufren las consecuencias de la ley de Emergencia Económica, por lo que salen a la calle a protestar por los recortes salariales y el deterioro de los servicios esenciales que debe prestar el Estado.
Tal es el reclamo de los maestros, con sueldos que en nada se condicen con la tarea que desarrollan, mientras las escuelas evidencian la falta de presupuesto educativo: en la mayoría resulta fundamental el trabajo de las asociaciones cooperadoras para sostenerlas.
En el hospital Regional, las denuncias por falta de medicamentos e insumos mínimos se repiten no sólo por parte de las enfermeras y médicos, sino también por parte de los pacientes que se atienden en el centro asistencial. A lo largo de la década, el hospital afronta periódicas crisis, en las que logra subsistir en base a la ayuda solidaria y con algunas reparaciones presupuestarias que cada tanto hacen las autoridades de la provincia. Trabajadores de este sector también protagonizan movilizaciones en exigencia del pago en término, aumento salarial y por un mayor presupuesto para el área, pero no hay caso: son tiempos de ajuste y es imposible aumentar los recursos.
En la Justicia, las cosas tampoco andan bien. Hay épocas en que los tribunales se paralizan al menos una semana por mes, ante las medidas de fuerza de los empleados, en reclamo por el pago de salarios. La unidad de acción que logra el gremio del sector hace que, ante cada paro, el servicio de Justicia se resienta severamente, lo que motiva pedidos del Colegio de Abogados y otras instituciones para que el Superior Tribunal de Justicia arbitre los medios para destrabar la permanente situación de conflicto.
Los empleados de estos sectores conforman, en épocas en que la crisis salarial se endurece, un frente de gremios estatales para plantear acciones conjuntas, aunque no consiguen ponerse en pie de igualdad con el Gobierno, para poder negociar una gradual salida de la Emergencia Económica, que reduce sueldos y expectativas de progreso laboral en el Estado.
Fragmento del libro “Crónicas del centenario”