miércoles, 12 de marzo de 2025
Familiares de víctimas de crímenes impunes y desapariciones claman por justicia en las calles de Comodoro

Nuevamente, la violencia irrumpe con fuerza en Comodoro Rivadavia. Asesinatos, asaltos no sólo en comercios y empresas sino también en hogares, desaparición de personas y secuestros engrosan una larga lista de casos durante los años ’90.

En muchos de esos hechos, el común denominador es la falta de esclarecimiento y la impunidad de los autores, por lo que se tornan frecuentes las “marchas del silencio”, en las que los familiares y amigos de las víctimas desfilan para exigir justicia.

Uno de los crímenes que aún permanece impune y en el más absoluto misterio es el del empresario Ricardo Barrionuevo, quien en 1987 es secuestrado y torturado, para finalmente aparecer asesinado en una zona del cordón forestal.

Barrionuevo era uno de los socios de la empresa Transportes Comodoro y las características del crimen permitieron trazar hipótesis respecto de algún tipo de venganza o cobro de deudas, pero el hecho nunca se aclaró.

Cinco años más tarde, la desgracia vuelve a enlutar a la misma familia: desaparece Ramona Barrionuevo, esposa de Ricardo. A las pocas horas, el cadáver de la mujer es hallado en una laguna del acceso sur de la ciudad. Nuevamente se tejen diversas hipótesis, pero esta vez la Policía consigue pistas firmes tras una serie de detenciones y dilucida el caso: el homicidio ha sido motivado por robo y los autores resultan Nelson Valenzuela, Gustavo Rosales (amigo de la víctima) y Ricardo Argel, quienes son condenados a prisión perpetua, en un fallo sin precedentes para la ciudad. Rosales hallará también una muerte violenta en el interior de la Penitenciaría de Rawson: en 1998, es asesinado por Marcelo García, quien así comete su segundo crimen.

García es el tristemente célebre “descuartizador de Las Torres”, ya que, en enero de 1996, ha cometido uno de los crímenes más conmocionantes que se recuerde en la ciudad: ha asesinado a una joven llamada Magda Silba, en un departamento del complejo Las Torres. Tras perpetrar el hecho, el homicida secciona el cuerpo de la víctima en varias partes, para esparcir los restos en distintos puntos al sur de Rada Tilly.

Condenado a 14 años de prisión por asesinar a Magda, García recibe una condena adicional de 8 años más de encierro, por la muerte de Rosales, en una pelea en la prisión.

Pero la ciudad no deja de sorprenderse con los hechos policiales. A lo largo de la década del ’90, se registran no menos de 50 homicidios, 30 de los cuales ocurren entre 1992 y 1995.

En ese triste período, Comodoro no deja de sufrir golpes durísimos: la niña Samantha Paola Gómez, de 5 años, es asesinada, en febrero de 1993, por Sandra Mariela Uribe, ex novia de un tío de la pequeña. La homicida cumple condena a reclusión por tiempo indeterminado.

Fragmento del libro “Crónicas del centenario”

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