Casi un siglo antes de la famosa urna 303, a cargo de Rafael Cambareri, en las elecciones entre Lizurume y Maestro, Julio Ladvocat sentó un increíble y violento precedente.
Encabezando la lista de candidatos para las elecciones municipales del pueblo de Comodoro Rivadavia por 1911, con el partido Unión Vecinal, ganó las elecciones de julio asumiendo el 21/09/1911, con Ladvocat como presidente, tras una reunión mantenida en su casa particular.
Aquella elección fue reñida, porque durante el transcurso del comicio Ladvocat -presidente de la única mesa receptora de votos- no dejó entrar a uno de los fiscales del Partido del Pueblo (Carlos Estévez), y no contento con esto lo hizo arrestar. Cabe aclarar que el grupo que encabezaba Ernesto Pérez no simpatizaba con el comisario, y ante el desplante ilegal asumido por el presidente de los comicios, prefirieron esperar el final del escrutinio, el que resultó favorable inequívocamente para Ladvocat.
Tras el evidente fraude, los timados enviaron una enérgica nota de protesta al Juez Letrado, el que trató de dilatar la decisión hasta que el propio presidente Luis Sáenz Peña ordenó la entrega de los haberes comunales al Juez de Paz Francisco Fernández, designándolo interventor municipal a mediados de 1912.
Pero unos meses antes, el 17/03/1912 había entrado en receso la comisión de Ladvocat que había asumido el 21/09/1911, durando entonces este primer gobierno municipal poco menos de seis meses.
En 1914, tras nuevas elecciones, se enfrentaron Ladvocat y Máximo Abásolo, correspondiéndole el triunfo a éste último, alejándose Ladvocat de la zona y yendo a radicarse a Río Gallegos, como Director de Asistencia Pública.
Veinte años después, se lo consideraba persona de prestigio y general estima en la población. En 1930 fue designado rector del Instituto de Enseñanza Secundaria de esa localidad, y en 1934 presidía la comisión directiva del establecimiento de enseñanza.
Fragmento del libro “Crónicas del centenario”