En grandes grupos llegan búlgaros, rusos, checoslovacos… los convoca el trabajo en los yacimientos y la integración surge dentro de las paredes de chapa que protegen el trabajo en la boca del pozo. Allí trabajan un checo, un portugués, un griego, un italiano… las necesidades comunes los obligan a trabar vínculos y éste es el ámbito propicio para la formación de grupos relacionados con la militancia gremial.
Las asociaciones surgen también como una necesidad para compartir las escenas de la vida social y cultural y, sobre todo, para cubrir las necesidades de asistencia médica, además de prestar ayuda a los paisanos de menos recursos económicos.
Fragmento del libro “Crónicas del Centenario”