sábado, 26 de julio de 2025

María Soledad Arrechea dedica su vida a la terapia asistida con caballos, promoviendo vínculos sanadores y el bienestar integral a través de la equinoterapia en el Centro Integral Ecuestre Lucero.

La equinoterapia, también conocida como terapia asistida con caballos, es un tratamiento complementario que utiliza los movimientos y la interacción con caballos para mejorar la salud física, mental y emocional de las personas. Se considera una terapia alternativa y no convencional que busca generar beneficios adicionales a los tratamientos tradicionales.

En Chubut existen centros y fundaciones que ofrecen este servicio, y se está trabajando para lograr una mayor regulación y reconocimiento de la equinoterapia a nivel provincial.

El Centro Integral Ecuestre Lucero es uno de ellos y su referente, María Soledad Arrechea, posee una particular historia vinculada a los animales y el deseo constante de volcar diversas enseñanzas a la comunidad.

El amor de María Soledad por los animales, sobre todo por los caballos, empezó desde temprana edad.

María Soledad tiene 42 años, es profesora de Biología, nació en Viedma y se crio en Bahía Blanca; pero el deseo de encontrar un modo diferente de vida, hizo que desembarcara en la cordillera chubutense, donde reside desde el 2003.

En diálogo con La Voz de Chubut, comenta que su amor por los caballos nació en su infancia: “Desde muy chica sentí una conexión especial con todos los animales. Estudié en un colegio agro técnico y luego comencé a estudiar Licenciatura en Ciencias Biológicas, pero con el tiempo mi mirada se fue transformando”.


María Soledad define a los caballos como compañeros y como seres sensibles

“Comencé a acercarme al mundo de las terapias asistidas con caballos (equinoterapia), realicé diferentes capacitaciones en relación a la doma, instructorado ecuestre, coaching asistido con caballos, auxiliar veterinario y técnico en producción equina entre otros”

María Soledad fundó y presidió la Fundación Patagónica de Equinoterapia, donde trabajó muchos años y conformó una asociación civil, en la cual se ocupa de coordinar actividades en equipo: “Busqué entender al caballo no solo como un animal de trabajo, sino como un compañero, un ser sensible y profundamente congruente con su sentir que tiene mucho para mostrarnos y enseñarnos”.

“Hace más de 14 años que me dedico de manera activa al trabajo con caballos, y enfoqué mi trabajo hacia la equinoterapia y la enseñanza de la equitación desde el vínculo, la conexión y el cuidado del animal”

 

El predio del Centro Integral Ecuestre Lucero, rodeado de pura naturaleza

El Centro Integral Ecuestre Lucero, lugar donde se desenvuelve María Soledad, se encuentra ubicado en el kilómetro 25 de la Ruta 259, entre las localidades de Trevelin y Esquel. Inicialmente, funcionó en otro predio, más urbano, pero hace más de dos años se instaló en un lugar más amplio, en pleno contacto con la naturaleza.

Profesionales que se desenvuelven en el Centro Integral Ecuestre Lucero

El centro funciona con un equipo de profesionales, formados en distintas disciplinas; psicomotricista, psicóloga, psicopedagoga, kinesiólogo, profesor de Educación Física, veterinario, profesora de Yoga, consteladora, coach, instructores ecuestres y cuidadores de caballos; “todos con una mirada común de respeto hacia el animal y hacia quienes se acercan a nuestro espacio”, destaca la entrevistada.

Emocionalmente, la equinoterapia aumenta la autoestima, la confianza y reduce la ansiedad.

“En Lucero ofrecemos sesiones de equinoterapia, donde se trabaja desde lo terapéutico y de manera interdisciplinaria. También diferentes talleres como “Caricias a caballo” (para menores de 5 años que comparten un espacio nutritivo con un adulto), el taller “Vida en la granja” (donde se realizan diferentes actividades de cuidado y vínculo con los animalitos de la granja), el Taller de adolescentes “Yo creo en mí”, clases de Yoga y meditación con caballos, Constelaciones Asistidas con caballos, sesiones de Coaching ontológico asistido con caballos, clases de  monta recreativa para todas las edades, propuestas educativas para escuelas realizando visitas guiadas en la granja, y actividades recreativas y turísticas con un formato más inclusivo donde realizamos un “Encuentro con caballos en el predio” respetando los tiempos y construyendo juntos el momento con los turistas”


La equinoterapia utiliza la interacción con caballos como herramienta terapéutica, aprovechando los estímulos que estos animales brindan para promover la rehabilitación

La actividad ecuestre trae beneficios físicos, emocionales, cognitivos y sociales. Está destinada a niños, adolescentes, adultos y personas mayores.

“Para mí, los caballos son maestros. Nos muestran quienes somos, nos invitan a estar presentes, a confiar, a comunicar sin palabras”, resalta María Soledad, dejando en claro que “el centro es un espacio donde los vínculos se tejen con respeto, paciencia y escucha, tanto entre personas como con los animales”.

La actividad promueve el bienestar físico, emocional y social de los niños.

Al momento de contar experiencias personales vinculadas a su trabajo, comenta que “a lo largo de los años, muchos niños y grandes dejaron huellas y me marcaron. Siempre vuelven con cariño a visitarnos. Acompañar diferentes procesos, brindar un espacio diferente de pertenencia, acercar al mundo maravilloso del caballo, tejer redes y disfrutar de la magia que nuestros gigantes generan es un privilegio. Y si a todo eso se suma el acompañamiento de las amistades y la familia, incondicionales siempre tendiendo una mano, se transforma en un paraíso”.

Por último, invitó a quienes sienten curiosidad o deseos de acercarse a las actividades, a hacerlo sin tener experiencia previa: “Solo hay que tener ganas de conectar con uno mismo y con el entorno. Los caballos no juzgan, nos reciben tal como somos. Probar una actividad en Lucero puede ser un camino de descubrimiento, sanación y disfrute”.

 

Parte del equipo de trabajo esencial para el funcionamiento del centro.
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