martes, 29 de julio de 2025

 

Los embargos ya no son una amenaza, sino una realidad concreta que golpea a las cooperativas de servicios públicos en Chubut. En distintos puntos de la provincia -desde Rawson y Trelew hasta Esquel y Sarmiento- CAMMESA ha activado mecanismos judiciales para ejecutar deudas acumuladas durante años. Las cuentas bancarias de varias cooperativas están congeladas por orden judicial, y el servicio eléctrico en muchas ciudades funciona al borde del colapso financiero.

Sin embargo, para el contador Miguel Gauna, exgerente de la Cooperativa 16 de Octubre de Esquel, nada de esto debería causar sorpresa. “Esto era lógico que iba a pasar. No se puede dejar de pagar eternamente sin consecuencias”, advirtió. Y lo que más lo indigna no es el embargo en sí, sino la reacción: “Lo increíble es que ahora se hagan los sorprendidos, incluso funcionarios que debieron haberlo previsto”.

Gauna planteó que lo que hoy estalla es el resultado de una larga cadena de omisiones: falta de control contable, intervenciones poco claras, balances aprobados sin revisión y una actitud pasiva por parte de organismos como el INAES. “Esto no es una catástrofe inesperada. Es la consecuencia directa de años de negligencia”, sentencia.

Cooperativas quebradas, pero sin convocatorias

Para Gauna, el problema de fondo es la falta de una estrategia clara y transparente desde el momento en que comenzaron las intervenciones. En el caso de la Cooperativa de Trelew, por ejemplo, sostuvo que “debió haberse iniciado una convocatoria de acreedores desde el primer día. Sin eso, nunca sabrán cuál es el pasivo real. Siguen apareciendo deudas y juicios ocultos. Es una chapucería”, disparó.

Incluso fue más allá: “La cooperativa de Trelew está en cesación de pagos. Técnicamente está quebrada. No lo digo yo, lo dijo el mismo INAES al admitir que estaban en condiciones de pedir la quiebra”, subrayó, agregando que la única razón por la cual la cooperativa sigue funcionando es porque, al tratarse de una concesión monopólica, cuenta con ingresos permanentes por el pago de servicios, lo que disimula el colapso económico real.

Balances sin control y rendiciones ausentes

Uno de los puntos más fuertes de la crítica de Gauna se dirige hacia el manejo contable y la falta de rendición de cuentas: “Acá nadie paga las consecuencias. Se contratan abogados por sumas millonarias, pero nadie muestra los números. Y los balances aprobados no significan nada si no hay una auditoría real y profesional”, afirmó.

Gauna criticó duramente al INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) por convalidar balances sin observaciones: “El INAES ha aprobado uno tras otro balances sin exigir explicaciones. No se fiscalizan ni siquiera las asambleas. Hay una ausencia total de control. Y ahora vienen a sorprenderse de los embargos”.

Para el contador, rendir cuentas no es aprobar una memoria o un balance general en una asamblea de delegados. “Rendir cuentas es mostrar ingresos y egresos con documentación verificable. En las cooperativas de servicios, el documento más importante no es el balance, sino el flujo de fondos: cuánto entra, cuánto sale, y en qué se gasta. Eso debería publicarse todos los meses. Pero no se hace”, enfatizó.

Silencios que avalan y una estructura que no da más

Gauna recordó que las cooperativas, en muchos casos, amortizan obras que les fueron donadas por el Estado y las incorporan como gastos propios, lo que distorsiona sus estados contables. Dijo que en su momento presentó notas al INAES alertando sobre esta situación, sin obtener respuesta.

“La dirección provincial de cooperativas también desapareció. Ahora todo depende de la Subsecretaría de Trabajo, lo cual es insólito”, ironizó.

Gauna dejó en claro que la “crisis de las cooperativas no es nueva, ni sorpresiva, ni producto de una coyuntura. Es el resultado de años de negligencia, complicidades y falta de control”. Y si bien muchos intentan ahora señalar culpables, las responsabilidades, según él, están claramente repartidas: entre los directivos de las propias cooperativas, los interventores, los organismos provinciales y el INAES.

 

 

 

Nota elaborada en base a declaraciones al programa Redacción 20 de LU20

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