Los curros y entongues denunciados por el Gobierno Nacional, las comisiones “inventadas e innecesarias” que significaron miles de millones de pesos, que fueron a parar a manos de los amigos del poder que aparecían como intermediarios, tiene su correlación y espejo, en pequeña escala, en nuestra provincia incluyendo algunos personajes compartidos como el famoso Pablo Torres García.
La historia de los seguros comenzó cuando el exgobernador Lizurume, con buen criterio, propugnó la designación de una especialista en Seguros, Gladys Cardilli, para que organice el cobro de los seguros ampliando la base de recaudación que el banco y la provincia perdían por tercerizar. La nueva jefa del sector de seguros conformó un grupo de trabajo para iniciar la expansión, de tan rentable labor, con distintos agentes del Banco del Chubut. La especialista Cardilli, como primera acción, se ocupó de preparar debidamente a todos los integrantes del equipo de seguros del banco y para ello se hicieron distintos cursos de capacitación para las diferentes clases de coberturas.
Por otra parte se busco reaseguro con la firma GAMASSI, un Bróker de seguros muy importante con conexiones internacionales que daban servicio a distintas problemáticas de coberturas complejas y de costos extraordinarios. Este bróker se ocupaba del nexo del banco con diversas compañías, lo que daba una garantía muy importante.
Este equipo de trabajo a cargo de Gladys Cardilli, comenzó a ampliar toda las coberturas sobre los empleados públicos y el Estado Provincial, seguros de vida obligatorios, viviendas, prendas sobre automóviles, puertos, escuelas, ambulancias, se vendían incluso seguros como plan de ahorro y otros que significaron un negocio extraordinario para el Banco. Se incorporaron importantes empresas privadas al negocio de los seguros de la entidad financiera provincial. ¡Fue un verdadero boom!!! El Banco cobraba por venta y comisiones de seguros y cuotas. De manera tal que el banco tenía una percepción de dinero fenomenal.
Hasta incluso se iniciaron conversaciones con el Instituto de Seguridad Social y Seguros de la provincia para que sea el agente de seguros de la provincia ya que su estatuto contempla justamente este tipo de actividad.
Pero sucedió un hecho que alteró y cambió el curso de este exitoso emprendimiento. Con la intención de promocionar la tarjeta propia del Banco del Chubut se buscó una alianza estratégica con el Banco Nación y la entidad Nacional pidió, como compensación, participar en el negocio de los seguros asegurando el Banco Nación.
Y entonces apareció el hombre de los seguros del Banco Nación, Fernando Asciutto, quien comenzó a trabajar con el equipo de seguros del Banco de Chubut, incluso salía de recorrida con los agentes del grupo de Cardilli por todas la provincia, en esos viajes, en esas recorridas, el ojo avizor y experimentado de Asciutto observó el exitoso negocio y fue elaborando una nueva posibilidad de trabajo y “comisiones”.
En esa época los seguros dependían de la oficina de NEGOCIOS Y SEGUROS del Banco Chubut donde estaban Gustavo Williams, Marcelo Olivera y Jorge Dopasso. En esos tiempos eran muy asiduas las visitas al sector de Jorge Aidar y Rubén Sahagún.
Sucedió que comenzaron las movidas contra el grupo asegurador del banco y ante el triunfo de Das Neves, Asciutto acercó al nuevo Gobernador una carpeta que desarrollaba la idea para la creación de un bróker propio provincial.
Comenzó una nueva etapa, se terminó deshaciendo el trabajo del grupo asegurador del banco, se trasladó a Comodoro a Gladys Cardilli, y apareció en la zona Pablo Torres García muy cercano a Aidar y especialmente al nuevo ministro de Economía de la provincia, Alejandro Garzonio. A tal punto que funcionarios de la época recuerdan que era tal la estrecha relación con Pablo Torres García con Garzonio, que el ministro insistía en emitir un Decreto para que el bróker sólo trabajara en forma exclusiva con esta estrella porteña del seguro que tanta fama logró a nivel nacional estos últimos tiempos.
Aseguran los conocedores que Torres García fue el armador de la nueva operatoria que ya dejó de ser comisionable para la provincia pasando un negocio y caja “particular”. El ministro era miembro del Directorio por Ley y Torres García habría actuado como verdadero dueño del negocio, ya venía entrenado según recuerdan los memoriosos, porque había armado una operatoria similar al estar adentro con el bróker de Río Negro “horizonte”.
Un tiempo lo manejó Torres García, desde el 2003 al 2007, después pasó a manejarlo el Ministro hasta que se dieron cuenta y los corrieron. En la segunda etapa de Das Neves, Cisterna y el “negro” fueron los nuevos capos del sistema. Y Torres García Director.
Lo viejos empleados recuerdan como los funcionarios de entonces veraneaban en Mar de las Pampas donde Torres García tenía un complejo.
Un importante funcionario nos recordaba que “este tipo –por Torres García– es un estafador con mayúsculas! Lo sufrimos entre 2003 y 2007, lo corrieron y se hicieron cargo otros y luego reapareció en la nueva etapa de Das Neves“.
Mientras tanto Asciutto, ahora Concejal por CHUSOTO, terminó siendo el hombre fuerte del bróker y se convirtió en persona de confianza de Mariano Arcioni y Rafael Cambareri quienes seguramente se ocupaban de vigilar que no haya maniobras incorrectas ni comisiones indebidas, todos sabemos que estricto fueron en los controles sobre los fondos públicos.
Lo que sí está claro es que cientos y cientos de millones de pesos fueron a parar a bolsillos de terceros y no a las arcas provinciales. Sería bueno que una auditoría pueda calcular la suma desviada actualizando los montos descomunales de un negocio que tendría que haber sido del Estado Provincial y haber hecho escuelas, hospitales, etc.
Aparentemente la idea del Gobernador Ignacio Torres es autoasegurar la provincia como ha dispuesto el presidente Javier Milei.