lunes, 23 de junio de 2025

En el año 1906 nuestra región por muy poco estuvo de pasar a pertenecer a la República de Chile. Ocurrió que durante la Campaña de Desierto, en 1879, Florencio Martínez de Hoz, contribuyó con el general Roca en su lucha contra los aborígenes, con un aporte de 300.000 pesos “contantes y sonantes”.

A finales de 1881, el gobierno argentino “premia” a Martínez de Hoz con 25 leguas cuadradas de campo en tierras fronterizas que abarcan desde El Manso, pasando por El Bolsón, El Hoyo, Epuyén y Pampas Amarillas (Cholila). Martínez de Hoz, propietario en la pampa húmeda y selecto miembro de la oligarquía porteña, sin mayor interés en trasladarse a la “inhóspita Patagonia”, vende sus derechos a la Compañía Frigorífica y Agrícola Ganadera de Cochamo.

Concretado el traspaso, dicha empresa, de sólidos vínculos con el poder chileno, inicia la mensura de los campos con el concurso del agrimensor Mario Engel, primer paso de un aparente programa político militar con el fin de lograr el cambio de soberanía.

En tal circunstancia, los pobladores de estos valles, a pesar de ser en su mayoría chilenos, se oponían a ser desalojados, e iniciaron un litigio contactando a las autoridades nacionales.

En Cholila se encontraba radicado recientemente el maestro argentino Vicente Calderón que, junto al comisario de frontera Juan Bonansea; el chileno Jorge Hube de El Bolsón y, posteriormente, el maestro Pedro Pascual Ponce, también argentino arribado a El Hoyo, coordinan acciones en conjunto con el gobernador del Territorio del Chubut, Julio Lezana, ante los ministros Indalecio Gómez (Interior) y Ezequiel Ramos Mexía (Agricultura).

La rápida acción de estos ministros en las esferas capitalinas permitió convencer a Florencio Martínez de Hoz de anular la venta al grupo chileno y reafirmar los colores celeste y blanco en esta permeable frontera de la patria.

No culminó allí el acontecimiento: personeros de la firma perjudicada y sus “socios” argentinos se encargaron de tomar venganza contra los cabecillas de la revuelta: el comisario Bonansea fue asesinado, Vicente Calderón recibió un balazo en la cabeza a cuenta de la corrupta policía fronteriza, Pedro Pascual Ponce fue amenazado y perseguido, y otros vecinos intimidados.

Fragmento del libro “El Hoyo, un viaje en el tiempo”, de la Escuela Superior de arte y Periodismo.

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