La unidad logró que se realice un juicio en la localidad de Trevelin, en el cual se penó el accionar de un hombre en la vía pública.

A partir de la entrada en vigencia del Código de Convivencia Ciudadana (Ley XV N°27), la Fiscalía de Esquel se organizó para dar respuesta a este nuevo rol.
La Ley XV N°27 tiene como objeto la regulación de las conductas ciudadanas a fin de contribuir con las condiciones que aseguren la adecuada convivencia social de la población, en el marco del respeto al ejercicio regular de los derechos, garantías y obligaciones consagrados en la Constitución y las leyes.
Recientemente se articuló el trabajo con un equipo que tiene un objetivo central garantizar los principios de convivencia ciudadana, procurando mantener la paz social y resolver los pequeños conflictos antes de que se conviertan en problemas mayores.

Un equipo de contravenciones realiza diversas tareas para garantizar la convivencia ciudadana y resolver conflictos de menor gravedad, incluyendo la investigación de infracciones a las normas y reglamentos, como las de tránsito, orden público o municipales.
Su trabajo puede implicar la recepción de denuncias, la realización de procedimientos policiales y, en algunos casos, la intervención en conflictos como desórdenes o molestias vecinales para buscar una solución o aplicar la sanción correspondiente.
Este equipo, está integrado por el fiscal supervisor, Fidel González, la funcionaria a cargo de contravenciones, Camila Sánchez Almirón y una abogada contratada, Consuelo Hernández; que son quienes se ocupan de las denuncias que llegan o de las actas que realiza la policía por infracciones a las reglas de convivencia.

El principal enfoque de esta unidad, es que las personas puedan dialogar y resolver el conflicto en un espacio de la Fiscalía, poco tiempo después de que sucedió el hecho. Al resolver estos problemas de convivencia rápidamente, se busca evitar que escalen y se transformen en casos que deban ir a la justicia penal.
También se encarga de tareas administrativas como registrar las denuncias, notificar a las partes, y redactar los documentos necesarios.
El espíritu de este trabajo es lograr acuerdos conciliatorios entre las partes y, de hecho, la mayoría de los casos se resuelven de esta manera.
Para que esta tarea sea efectiva, el equipo no trabaja solo. Se realizan jornadas de capacitación con personal policial de Esquel, Trevelin, Tecka y otras localidades de la jurisdicción. El objetivo es que la policía actúe de manera uniforme y correcta al momento de tomar las denuncias y realizar los procedimientos.
Para que se cumplan las normas, es clave que la gente las conozca. Por eso, el Equipo participa en acciones de difusión, como programas radiales y medios digitales. Estas acciones buscan acercar el Código de Convivencia a la ciudadanía, explicando las infracciones más comunes y los mecanismos para resolverlas, siempre en pos de la prevención.

Como parte de su gestión, el equipo contravencional consiguió la primera condena en el fuero contravencional el pasado 16 de octubre de 2025. Este hecho fue importante para dar a conocer a la población la existencia y efectividad de la Ley XV N°27.
Llevó a juicio y pidió condena para un joven por portar un cuchillo en la vía pública. Si bien el Código de Convivencia prioriza la resolución de los casos mediante la conciliación, en esta ocasión el contraventor ya tuvo la oportunidad de conciliar por hechos anteriores y este nuevo hecho fue considerado suficientemente grave por la Fiscalía para llevarlo a un juicio en el Juzgado de Paz.
El hecho constituye una clara violación al Código de Convivencia Ciudadana,
que prohíbe llevar armas blancas u objetos que aumenten la
capacidad ofensiva de una persona en un espacio público.

Durante el juicio, se confirmó que el joven tenía el cuchillo en la calle, sin que existieran otras actitudes amenazantes o resistencia a la autoridad al momento de la detención. La defensa del joven argumentó que el cuchillo podría ser una herramienta de trabajo, pero el tribunal no encontró pruebas suficientes para sustentar esta afirmación.
Para establecer la pena, el juez de paz consideró que el objetivo de estas sanciones es la reinserción social y la adaptación del individuo a la vida en comunidad, priorizando el trabajo comunitario como vehículo de integración.
Se tuvo en cuenta, además, un informe social que daba cuenta de las limitaciones económicas del joven y su familia, así como el hecho de que el condenado no tenía antecedentes contravencionales previos.
El condenado debió realizar cinco días de trabajo comunitario en la Biblioteca Popular de Trevelin, realizando tareas asignadas en jornadas de tres horas consecutivas. Se ordenó el decomiso y la destrucción del cuchillo; y se le explicó al joven que está prohibido portar cuchillos u otros elementos que “aumenten el poder ofensivo” en la vía pública.
La Fiscalía realizó capacitaciones al personal policial, les envió modelos de trabajo, se reformularon las acusaciones, lográndose concretar un juicio en el ámbito contravencional, en un caso en que la Fiscalía entendió que no se podía conciliar.
