A pesar de la llamada amenazante del secretario de Planificación, Pablo Villalobos, a uno de los vecinos estafado del Lotear asegurando: “No voy a contestar ningún pedido de informe, les voy a iniciar una demanda por daños y perjuicios porque están afectando mi buen nombre y honor”, los damnificados del programa presentaron una nota al municipio solicitando información sobre el destino de los aportes realizados por ellos.
El escrito presentado solicita los “montos recaudados discriminados por línea de venta de inmuebles (lotes de inversión, lotes de vivienda y lotes sociales), desde la puesta en funcionamiento del plan hasta la fecha del presente pedido”.
Además, pide detalle del “plan de inversiones de los fondos recaudados, discriminado por línea de venta de inmuebles (lotes de inversión, lotes de vivienda y lotes sociales), describiendo lo ejecutado y el pendiente por ejecutar, con expresa mención de los procesos de contratación celebrados a tales fines y las sumas de dinero afectadas”.
Requiere el “detalle de ingresos y egresos por mes desde la implementación del plan de ahorro hasta la fecha”, y “los montos recaudados están afectados a un fondo específico, si los mismos poseen una administración y contabilidad independiente del sistema de finanzas públicas municipales y los funcionarios responsables de los montos referidos”.
Por último, demanda que les entreguen “copias de las actas de la Comisión Especial de seguimiento (art. 7º Ord. 8177) celebradas hasta la fecha del presente pedido”.
Hace 10 días, el mismo grupo de vecinos solicitó los avances administrativos que se hicieron respecto al desarrollo del programa y copia de planos de mensura de los barrios que hasta el momento no fue contestada por las autoridades municipales.
Es extraña la actitud soberbia del intendente Damián Biss y del secretario Villalobos, dos hombres practicantes, fieles seguidores de los preceptos bíblicos y que, incluso, han sido bautizados en aguas del río Chubut, ya que la Biblia es clara en el proverbio 16:18-19: “La soberbia precede al fracaso; la arrogancia anticipa la caída”.