viernes, 7 de noviembre de 2025

“Las huelgas más grandes se las hicimos a Perón. Perón en un primer momento, como el de los ferroviarios era un gremio organizado, nos usó como ‘caballito de batalla’. En un tiempo éramos el gremio mejor pagado… todo el mundo quería ingresar en el ferrocarril. Pero después cuando ‘se le secó la vaca” nos empezó a dar palos (eso fue en el 52 o 53). Yo me acuerdo que lo escuchaba a Perón por radio enojadísimo, decía: “A los ferroviarios no les di la luna porque no me la pidieron”. Era cierto. Pero después nos movilizó y no podíamos hacer huelga porque estábamos con régimen militar. Esa situación duró más o menos un año. La mejor época fue el primer gobierno de Perón. Ahora hay que aclarar que a Perón le interesaban mucho los votos, entonces donde había un empleado puso diez… y cuando hay tantos empleados no se hacen las cosas.

La Fraternidad fue la responsable del cierre del ferrocarril; desde luego había cumplido su ciclo… podía haber seguido cinco años más, pero ya estaba la competencia de los camiones… el camión va de puerta a puerta y el ferrocarril tiene muchos movimientos y los movimientos encarecen el servicio.

Para ir a las Plumas iban dos parejas; una pareja ya tenía que salir el día anterior ganando viáticos hasta Dolavon… ¡ganando viáticos! Iban en el mismo tren de pasajeros hasta Dolavon y en Dolavon agarraban la máquina… Entonces el personal que había ido desde Trelew, en Dolavon ya entregaban el servicio.

Cuando se paró el ferrocarril, en Puerto Madryn la gente tuvo que emigrar; a Madryn la salvó Aluar. Además, en estas zonas no había todavía un reemplazo del ferrocarril, ni para carga ni para pasajeros. Hubo un período de transición; por otra parte el transporte ferroviario era más barato que cualquier otro”.

 

Texto de “Los Ferroviarios que perdimos el tren”

 

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