A contramano de la percepción general sobre la crisis económica que atraviesa Chubut -y particularmente la ciudad de Comodoro Rivadavia- un indicador llamó la atención de los economistas: el fuerte crecimiento en la venta de autos cero kilómetro durante el primer semestre del año.
El dato fue relevado por el Observatorio de Economía de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, que conduce el economista César Herrera. “A nivel nacional la venta de autos creció un 78%, pero en Chubut el incremento fue del 120%”, destacó Herrera. Y aclaró: “Pasamos de un promedio de 4.000 autos vendidos en los primeros seis meses de los últimos diez años a 6.600 en este 2025”.
Un fenómeno con múltiples causas
Según explicó Herrera, este fenómeno no puede interpretarse como una mejora real del poder adquisitivo o una recuperación económica sostenida. “Lo que vemos es una reubicación de fondos. No es que estamos mejor: hay una idea de resguardarse en bienes”, explicó.
Entre las principales hipótesis que maneja el Observatorio están los créditos a tasa cero y los programas como ProCreAuto, que reactivaron la demanda en concesionarias. Pero también influye fuertemente el flujo de dinero derivado de las indemnizaciones en el sector petrolero.
“En Santa Cruz Norte, durante el segundo semestre de 2024, hubo un importante volumen de retiros voluntarios con indemnizaciones cercanas a los 120 millones de pesos. Parte de ese dinero circuló también en Chubut, y se canalizó en compras como autos, camionetas y otros bienes”, explicó.
Comodoro: menos casas, más autos
El caso de Comodoro Rivadavia es especialmente llamativo. Mientras el resto de las principales ciudades de la provincia muestra un crecimiento en la superficie autorizada para construir viviendas en Comodoro la caída fue del 28%.
“La ciudad muestra una dinámica distinta. Hay familias con autos de alta gama pero viviendas precarias. Es un fenómeno que observamos desde hace 20 años. El vehículo muchas veces funciona como inversión, como estatus o como recurso para reconvertirse laboralmente: hay quienes compran un auto para trabajar como remisero o taxi”, explicó Herrera.
A esto se suma, según el economista, un ánimo social pesimista en la ciudad petrolera. “Hay una idea instalada de que Comodoro va al muere, que se va vaciando. Por eso estamos trabajando desde el Observatorio en un tablero de indicadores físicos que nos permita ponerle números a esa percepción: consumo energético, patentamientos, metros construidos, demanda de cemento, extracción de petróleo. Esos datos no mienten”, subrayó.
Herrera mencionó que otro indicador que guarda relación directa con la actividad económica, sobre todo en la construcción. En ese sentido, Trelew muestra una sincronía: crece la construcción y también el consumo de energía, con un alza interanual del 130%. En Comodoro, en cambio, la demanda eléctrica se mantiene estable, oscilando entre +5% y -5%, lo que refleja una economía estancada pero sin grandes fugas poblacionales, como a veces se presume.
Para Herrera, mirar un solo indicador puede llevar a conclusiones erradas. “Lo ideal sería construir un tablero de control, con luces rojas, amarillas y verdes, que nos permita saber con más claridad dónde estamos parados. El dato del aumento en la venta de autos es real, pero debe leerse con contexto: no estamos ante una recuperación estructural, sino ante una reconfiguración del consumo y una nueva forma de resguardar el dinero frente a la incertidumbre”.