miércoles, 19 de noviembre de 2025

El incendio forestal “Cabañas de Kritz – El Pedregoso”, detectado el lunes a las 16:24 en una ladera detrás de la Aldea San Francisco, cerca del complejo de cabañas Kritz y la familia Apablaza, continúa activo y presenta uno de los comportamientos más complejos de la temporada. Las ráfagas de 70 a 80 km/h registradas desde los primeros minutos impulsaron un avance explosivo del fuego hacia la angostura y la cumbre del Cerro Pirque, en un terreno escarpado, con cañadones y pedreros que dificultan cualquier maniobra.

La superficie afectada alcanzó las 200 hectáreas, aunque los registros del operativo advierten que el daño podría ampliarse debido a las condiciones extremas de sequía. El fuego consume arbustos, matorrales, pastizales, plantaciones y bosque nativo, incluidos cipreses, coihues y lengas, esta última una especie que tarda generaciones en recuperarse.

Una chispa en condiciones críticas

Los partes técnicos del Servicio Provincial del Manejo del Fuego (SPMF) señalan que la causa presunta del inicio sería el arrojado de cenizas calientes, una acción riesgosa que, bajo vientos intensos y humedad mínima, puede generar ignición inmediata. El secretario de Bosques, Abel Nievas, confirmó que la acumulación de vegetación seca en la zona, sumada a la topografía del cerro, convierte al siniestro en un incendio de “alta complejidad”.

Condiciones meteorológicas adversas

Este martes se registraron temperaturas cercanas a 20°C, con una humedad relativa mínima del 25% y vientos del oeste entre 25 y 35 km/h, con ráfagas de 40 a 60 km/h. El Servicio Meteorológico mantiene un alerta amarillo, y no se esperan lluvias al menos hasta la noche de este miércoles.

El viento no solo alimenta las llamas: también arrastra el humo, reduce la visibilidad y obliga a reorganizar permanentemente el despliegue del personal en terreno.

El dispositivo montado en El Pedregoso cuento con la participación de 186 personas, entre brigadistas, bomberos, personal técnico, logística, fuerzas de seguridad y organismos provinciales y nacionales.

Además, durante la mañana del martes se sumó un helicóptero con helibalde del SNMF, que realiza descargas de agua sobre los focos activos. Un avión hidrante permanece en apresto, pero las condiciones del viento han impedido su uso.

Está prevista también la incorporación de una topadora, que trabajará en la cola del incendio hacia el flanco derecho, en una zona donde la topografía aún permite operaciones de maquinaria pesada.

Líneas de trabajo, enfriamiento y resguardo de viviendas

Las tareas que se realizaron este martes consistieron en:

  • Reforzar las líneas de control construidas el lunes en el flanco izquierdo.
  • Enfriamiento con equipos de agua y apoyo de autobombas.
  • Protección de viviendas y complejos turísticos, a cargo de Bomberos Voluntarios de Epuyén y El Hoyo.

Ruta 40 habilitada, pero con controles

La Ruta Nacional 40 permanece abierta, aunque con retenes policiales que obligan a circular con velocidad reducida debido al humo y al tránsito operativo.

El incendio afecta sectores altos de bosque de lenga, cuya regeneración natural puede tardar hasta dos o tres generaciones. Especialistas y vecinos coinciden en el impacto emocional: “Hay una gran tristeza por todo esto”, expresaron desde la zona, donde la pérdida del paisaje nativo se percibe como un golpe irreparable.

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