lunes, 7 de julio de 2025

Su pasión por el esquí adaptado lo hace perseguir grandes sueños. Conocé la historia del joven de 34 años y su misión por la accesibilidad en la nieve.

Emiliano Bossi, tiene 34 años; es oriundo de Quilmes (Buenos Aires) pero, hace ya 26 que vive en Chubut. El deseo familiar de buscar nuevos rumbos, hizo que Emiliano, a los 8 años se instalase en Esquel, donde hoy se brinda de lleno a la comunidad.

En diálogo con La Voz de Chubut, cuenta sobre su formación como persona y profesional. Emiliano es kinesiólogo, fisioterapeuta y profesor de esquí adaptado, nivel 2 AADIDES.

“Mi familia quería cambiar el estilo de vida en la ciudad, por algo donde se pueda vivir de forma tranquila; sin tanta inseguridad y pudiendo salir a la calle para gozar de la naturaleza y disfrutar el día a día”, relata, recordando el momento de su viaje hacia Esquel.


Con los esquíes, demostrando pasión por la nieve desde chico

“Ni bien llegamos a Esquel mis viejos nos anotaron junto con mi hermano, a un club para aprender a esquiar, dónde me forme en principio como un amante de la montaña, del esquí y de la nieve, y en poco tiempo ya estaba en el equipo de competición, con muchas horas de entrenamiento, viajes, y competencias en las que participe durante 10 años, compartiendo con grandes profesores y amigos de la montaña de aquel momento, quienes aún hoy en día sigo en contacto. Les tengo un gran aprecio, y valoro lo que disfrutamos juntos”

El deporte es una forma de vida para Emiliano; aquí, practicando kayakc

“Luego la competencia quedó a un lado y me aboque a estudiar, recibirme y volver a las pistas de La Hoya, que es como mi segunda casa, donde necesitaba reencontrarme nuevamente con el esquí”, agrega Emiliano, recordando, además, la incidencia que tuvo un amigo para que se motive a sumarse al esquí para personas con discapacidad: “y sin darme cuenta dos pasiones se me estaban juntando, mi deporte favorito junto a mis estudios como kine, todo junto en un mismo lugar formando una gran pasión”.

Tiempo luego de esta decisión, un amigo y compañero de estudios de Emiliano, tuvo un accidente automovilístico que lo dejó con lesiones en la médula espinal y lo lleva a adquirir una discapacidad motriz, quedando en silla de ruedas: “Con el hicimos toda la carrera de kinesiología juntos; es un apasionado del deporte como yo… AL reencontrarme con el luego del accidente, lo primero que me salió decirle fue ‘¿amigo vamos a esquiar?’; a lo que me responde ‘negro vos estás loco; ¿decís que puedo?’… Sin dudarlo, le dije que si podía y que había formas para poder hacerlo”.

“Ahí es donde aparece el punto de inflexión en mi vida, dónde me doy cuenta que mi verdadera pasión por el esquí, mis conocimientos y experiencias vividas en la montaña, me estaban haciendo crecer desde todos los puntos de vista, y sobre todo estaba aprendiendo muy de cerca que las discapacidades no son límites ni barreras, como muchas veces se cree, sino por el contrario nos enseñan a qué todas las personas con discapacidad tienen derecho y pueden gozar de todas las mismas actividades que todos, simplemente que se utilizan otros recursos, formas, técnicas o equipos que permiten realizarlo,  y simplemente somos nosotros quienes abrir camino con acceso para que nadie quedé afuera de ninguna actividad”.


La enseñanza del esquí adaptado terminó siendo una pasión para Emiliano

Los aprendizajes y logros obtenidos por Emiliano le generan felicidad y alegría inmensa en lo personal: “puedo ser un transmisor de mi pasión por el esquí y la montaña a otra persona; darle herramientas para que aprenda a hacerlo y que sienta esa experiencia como fortalecedora y se lleve grandes recuerdos de lo que fue subir al cerro y esquiar”.

“Me genera entusiasmo que el alumno sienta que realmente puede y que también requiere esforzarse cómo todo en la vida, y, sobre todo, me genera una satisfacción terrible poder ver una montaña que sea realmente inclusiva, dónde las personas con discapacidad puedan disfrutar y esquiar libremente como cualquier otro. Ver a esos alumnos con la sonrisa de oreja a oreja, disfrutando cada sensación que hay en la montaña es espectacular. Y más aún cuando les pica el bichito de seguir aprendiendo o que tienen ganas de ir por más”

El joven profesor, resalta que antes no era frecuente ver la inclusión en los cerros de Argentina: “hoy en día el esquí adaptado se puede practicar en todos los centros de esquí y hay personas capacitadas para poder enseñarlo”.

En cualquier estación del año, Emiliano y la montaña parecen tener un vínculo especial

Desde el presente año, Emiliano estará en San Martín de Los Andes, donde intenta seguir creciendo, aprendiendo y enseñando a hacer esquí adaptado de calidad a la mayor cantidad de alumnos posibles.

“Hace 6 años estoy inmerso en el esquí adaptado, tuve el placer de esquiar y compartir pista con muchísimos alumnos, de todas las edades, algunos con discapacidades motrices, otros con discapacidades cognitivas, alumnos ciegos y también sordos, y con cada uno siempre intento dar mi 110%, realmente lo doy todo, es mi pasión, mi norte, y es así como me sale, cuando uno enseña se aprende dos veces, por eso de cada alumno me llevo lo mejor e intento que él o ella también se lleve lo mejor a su casa y le quede un gran recuerdo de un lugar donde pudo acceder, esquiar y disfrutar, que eso es lo que es el la montaña y el esquí en fin, el mejor deporte en un paraíso lleno de nieve que nadie debe perdérselo”

Si bien anécdotas tiene muchas, Emiliano prioriza y agradece haber podido llegar a esquiar con su amigo, pudiendo hacer realidad ese sueño. “Ya estamos planificando nuestra próxima esquiada”, agrega.

“Hay algunos alumnos que ya año a año, vuelvo a encontrar y a disfrutar juntos la montaña, nos conocemos y ya tenemos un lazo o una conexión más fuerte, y otros nuevas que van surgiendo en cada temporada. También pongo siempre en valor aquellas personas con la que comparto nuestro rol de instructor, instituciones o equipos que realmente dan lo mejor de sí, dónde intentamos juntarnos para aprender entre nosotros, aportando cada uno lo mejor que tiene para dar, para que el este deporte invernal para personas con discapacidad crezca en cada lugar, después de todo nadie es el dueño de la verdad y muchos menos de un deporte, por eso cuando nos reunimos y potenciamos nuestras fuerzas, experiencias y conocimientos salen clínicas, encuentros o capacitaciones en pro de la mejora de nuestra pasión por el esquí para todas las personas con discapacidad en cada montaña”


Emiliano Bossi luego de una capacitación de esquí adaptado en el Cerro Bayo

Emiliano confiesa que le gustaría que se le dé más importancia al deporte en nuestro país, sobre todo a los deportes adaptados que generalmente no se los tiene en cuenta: “particularmente el esquí adaptado, que utiliza materiales de alto costo, que nos cuesta solventar y también conseguir; hacemos lo mejor de nosotros con lo poco que tenemos. Si pudiéramos mejorar el material que hoy tenemos disponibles en los centros de esquí del país, no tengo duda que este deporte crecería de forma significativa y con ello la calidad del aprendizaje, pero aún seguimos utilizando equipos de descarté de otros países, esperando que esto en algún momento se le dé el respeto que merecen esos alumnos que dan todo de sí mismo y sus familias también”.

“Cómo proyecto me encantaría poder seguir creciendo con el esquí adaptado, seguir mejorando la calidad de mis clases a alumnos, capacitarme y poder ser capacitador también, ya que transmitir lo que uno sabe es muy gratificante, porque lo que uno hace, después se ve replicado en muchos, eso habla muy bien de multiplicar instructores con conocimiento y consecuentemente mayor cantidad de alumnos en pista”


Desde este año, Emiliano llevará toda su enseñanza a San Martín de los Andes

Emiliano Bossi continúa con la idea fija de formar deportistas y de que cada montaña sea accesible para las personas con discapacidad: “hoy parece un sueño, pero quizás mañana sea una realidad. Hacia eso voy”.

Por último, admite un gran sueño que tiene: “Siempre anhelo y deseo poder llevar la celeste y blanca en el pecho a cualquier competencia internacional con algún o algunos alumnos, y si de soñar se trata también poder colgar una medalla de la cabeza, con el orgullo que salir desde abajo con conocimiento y compromiso real también es un gran premio”.

 

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