La delicada situación económica que atraviesan los municipios de la Comarca Andina encendió las alarmas entre los intendentes de la región, que comenzaron a coordinar encuentros para evaluar en conjunto cómo enfrentar la caída de recursos, por la disminución en las transferencias de coparticipación y el derrumbe de las regalías petroleras. El intendente de Trevelin, Héctor Ingram, advirtió que se avecina “un cuello de botella” y que, si el escenario actual no cambia, será cada vez más difícil pagar los sueldos y sostener los servicios básicos.
“Más temprano que tarde, todos los municipios vamos a estar perjudicados. Algunos ya tuvieron dificultades este mes para pagar salarios”, alertó Ingram. Aunque no participó de la última reunión de jefes comunales, aseguró que el encuentro responde a una preocupación compartida y creciente por el deterioro financiero que enfrentan las administraciones locales.
El intendente fue más allá y puso en duda los datos oficiales que muestran una recuperación económica a nivel nacional. “Nos dicen que la economía crece un 6%, pero nosotros vemos caída de recaudación, atraso en coparticipación y municipios en problemas. Esa baja de inflación que celebran se da a costa de todos: no se pagan jubilaciones como se debe, se desfinancia la educación, la salud, se cierran instituciones como Vialidad Nacional o el INTA. Entonces, ¿a dónde va ese dinero?”, se preguntó.
Ingram también denunció el deterioro de los servicios de salud que dependen del Estado nacional, en particular del PAMI, que dejó de brindar prestaciones en la zona. “En Trevelin, los jubilados están sin cobertura. Les cortaron las prestaciones y, si quieren atenderse, deben pagar la consulta o los estudios. Si no, simplemente no pueden hacerlo”, señaló.
Según explicó, la obra social nacional no estaría abonando las prestaciones al círculo médico, motivo por el cual se interrumpió la atención. “Estamos recibiendo reclamos de la asociación de jubilados de Trevelin y es un problema que se repite en otras localidades de la comarca. El jubilado hizo sus aportes durante años, pero hoy no recibe la cobertura que le corresponde”, remarcó.
El intendente adelantó que el Concejo Deliberante podría emitir en los próximos días una declaración en respaldo a los afiliados afectados.
En este contexto, los intendentes de la cordillera comenzaron a reunirse con más frecuencia para compartir diagnósticos y coordinar estrategias. La preocupación principal es cómo afrontar la segunda mitad del año con presupuestos ya comprometidos, ingresos en caída y sin señales claras de que la situación mejore. “Algunos municipios tienen algunas reservas, pero otros, como el nuestro, estamos al día. Y si esto no cambia, se nos va a complicar mucho más”, concluyó Ingram.