jueves, 12 de junio de 2025

La sentencia inhabilita de por vida a la expresidenta para ejercer cargos públicos. Será detenida en las próximas horas o días.

La Corte Suprema de Argentina ha puesto punto final a la carrera política de Cristina Kirchner. Este martes, el máximo tribunal dejó firme la condena a seis años de cárcel e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos dictada en tribunales inferiores contra la expresidenta por una causa de corrupción. El fallo impide a Kirchner presentarse como candidata a diputada bonaerense en las elecciones del próximo 7 de octubre, tal y como había anunciado, y hace saltar por los aires la campaña electoral. La líder de la oposición peronista quedará detenida en las próximas horas o días. Debido a su avanzada edad, 72 años, se prevé que evitará la cárcel y cumplirá su pena en arresto domiciliario.

La condena contra Kirchner en la conocida como Causa Vialidad se remonta a sus años como presidenta de Argentina, entre 2007 y 2015. La Justicia la declaró culpable de perjudicar al Estado argentino al conceder de manera irregular medio centenar de obras públicas a un empresario amigo, Lázaro Báez, en la provincia patagónica de Santa Cruz, cuna del kirchnerismo. Según los tribunales, Báez retribuía “los beneficios indebidamente obtenidos” mediante negocios espurios con “las empresas familiares de la expresidenta”.

Los tres jueces de la Corte optaron por desestimar todos los recursos presentados y dejar firme el fallo de la Cámara de Apelaciones. Fue una decisión unánime que rompió una regla no escrita del máximo tribunal, la de evitar fallos de alto impacto político durante los procesos electorales. Los tiempos se aceleraron tras el anuncio de la candidatura de Kirchner como diputada provincial. De haber podido competir, las encuestas le garantizaban una banca que la habrá blindado de una detención al otorgarle fueros.

“Justicia. Fin”, tuiteó el presidente argentino, Javier Milei, a los pocos minutos de conocerse la resolución judicial. “La República funciona y todos los periodistas corruptos, cómplices de políticos mentirosos, han quedado expuestos en sus operetas sobre el supuesto pacto de impunidad”, agregó.

Kircher escuchó la decisión judicial en su contra desde la sede del Partido Justicialista, arropada por referentes peronistas y por una multitud de simpatizantes que se quebraron en lágrimas y estallaron en abucheos contra la Corte. Es el mismo lugar que eligió para su último discurso, en la víspera, frente a la plana mayor del peronismo, con la presencia incluso de rivales internos como el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. La dirigente sabía que el fallo era cuestión de tiempo y se anticipó a él con palabras desafiantes hacia la Corte — “Estar presa es un certificado de dignidad”— y hacia el Gobierno de Milei: “Yo estaré presa, pero la gente va a estar cada día peor. No hay solución para el país con esta política”, agregó.

Sismo político
El terremoto desencadenado por la Corte rompe el tablero electoral. Kirchner ha sido la gran protagonista de la política argentina durante las últimas dos décadas y la campaña que se avecinaba en la provincia de Buenos Aires la mantenía en el centro de la escena.

La exmandataria se declara víctima de una persecución judicial ordenada por grupos políticos y económicos. Fiel a su estilo, peleará hasta el final. Le quedan pocas cartas. Una es recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La otra, agitar la bandera de la proscripción para alentar una movilización ciudadana a su favor. En el peronismo, la palabra proscripción remite a los 18 años de exilio forzoso de Juan Domingo Perón tras ser derrocado por un golpe militar en 1955. “Lo que están preparando es cómo desarticular la organización popular y política que se va a producir, porque la historia demuestra que más allá de la proscripción es que el pueblo se termina organizando en defensa propia”, dijo Kirchner este lunes. “El pueblo siempre regresa”, advirtió.

La respuesta social se adelantó al fallo. Las calles alrededor del Partido Justicialista comenzaron a abarrotarse por simpatizantes de Kirchner desde primera hora de la tarde y los sindicatos cortaron varios puntos de acceso a Buenos Aires y La Plata en protesta por la condena contra la jefa de la oposición argentina. “Corte corrupta”, puede leerse en varias de las pancartas desplegadas.

El peronismo se une contra la Corte
El peronismo se ha unido contra la resolución judicial. Incluso rivales internos, como el exministro de Economía, Sergio Massa, y el exgobernador bonaerense Axel Kicillof han criticado la causa por considerarla plagada de irregularidades. “Este juicio ha violado sistemáticamente todas las reglas que el Estado de derecho le impone a un proceso”, sumó en una entrevista radiofónica el expresidente Alberto Fernández, distanciado con quien fue su vicepresidenta.

Las grandes diferencias internas del peronismo se prevé que vuelvan a emerger antes o después. La expresidenta retuvo el apoyo de un núcleo duro tras la derrota en las urnas en 2023, pero otros referentes levantaron la voz para exigir un liderazgo adaptado a los nuevos tiempos, que sepa entender el hartazgo social que aupó a Milei hasta el poder y dar respuestas.

Los más críticos opinan que la detención de Kirchner es el acta de defunción del kirchnerismo. Esta vertiente progresista del peronismo nació tras la crisis del corralito de 2001-2002 de la mano del expresidente Néstor Kirchner, el difunto marido de Cristina, y mantuvo su hegemonía durante 22 años pese a los ataques de propios y ajenos. Sin la pareja presidencial, el peronismo queda huérfano y se encamina a una larga pelea por la sucesión.

El impacto de la condena va mucho más allá del peronismo. Milei se sentía cómodo al polarizar con Kirchner, su némesis perfecta. La inhabilitación de la expresidenta llega en plena negociación del oficialismo con el Pro, el partido del expresidente Mauricio Macri, para competir con un frente común en las elecciones legislativas. La condena conocida este martes abre un escenario inédito.

 

Fuente: El País

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