Alberto Fernández y Sergio Massa transitan uno de los peores momentos de su relación. El abismo entre ambos y la mirada opuesta de diferentes temáticas que se vislumbró en los últimos días entre el Presidente y el ministro de Economía atentan severamente contra el mayor desafío del Gobierno: la necesidad de llegar intactos hasta fin de año y lograr en el medio una victoria electoral que le permita al peronismo seguir en el poder.
Alberto Fernández y Massa ya no ocultan sus diferencias en público. Ambos se desconfían. La sombra de Cristina Kirchner se levanta entre ambos, pero claramente cobija al ministro de Economía.
La economía argentina está en vilo ante la afrenta más dura que se da en estos días en la cúspide del poder. Dicho de otro modo: el futuro del país depende en gran medida de la “administración racional” del choque de miradas desatada abiertamente entre Alberto Fernández y Massa.
“El Presidente y el ministro de Economía hablan todos los días y tienen una excelente relación”, repiquetea la portavoz Gabriela Cerruti para quitar dramatismo a la pulseada que libran los hombres más fuertes del Gobierno. Aunque en el medio se dirimen muchos factores que hacen a la estabilidad del país en el futuro inmediato.
La maldita inflación
Los datos de inflación de abril con un incremento al 8,4% alertaron a la Casa Rosada. En el entorno de Alberto Fernández señalan a Massa como el culpable de semejante descalabro. “No se puede gobernar y hacer campaña a la vez”, alertó abiertamente el Presidente en un sugestivo llamado al orden a un Massa que ya se muestra como candidato y al mismo tiempo debe gobernar la Argentina hasta el 10 de diciembre.
Los allegados a Massa minimizaron los dichos del Presidente y dejaron en claro que el ministro aún no definió su candidatura. Pero hay un slogan que reiteran en el massismo por lo bajo y es aquel de “yo o el caos”, en abierta referencia a que sin el actual ministro de Economía la situación podría empeorar. Un meta-mensaje para el “pato rengo” de Alberto Fernández.
Lo concreto es que ni el Presidente ni el ministro de Economía logran dar con la tecla y frenar la inflación en aumento. “Anoche hablaba del tema con Sergio (Massa), tenemos que ponernos algún objetivo definitivo para parar esto, hay muchas causas que están generando esto, una es la especulación de que pueda haber una devaluación, que el dólar blue sube”, dijo el Presidente al involucrar de lleno a Massa en el problema de la inflación.
A diferencia de lo que opina el ministro de Economía, el Presidente dijo que “hay una inflación psicológica” en la Argentina. Massa cree que se trata de muchos otros factores pero los resumió en una frase: “No nos entra un quilombo más, necesitamos orden político para que haya orden económico”, dijo. ¿A qué se refería Massa con un “ni un quilombo más”? ¿Al enfrentamiento con la Corte? ¿Las declaraciones de Alberto Fernández contra el FMI? ¿A la eterna pulseada del Presidente y la vicepresidenta?
Las PASO y los enemigos
La definición de PASO o no PASO es otro de los ejes que divide al Presidente de Massa. Alberto Fernández volvió a insistir con su idea de hacer primarias en el Frente de Todos. “No creo que nuestros compañeros puedan ser tan irresponsables. Ayer, el ministro de Economía reiteró su plan electoral con condicionamientos: y se encolumna el oficialismo detrás de su candidatura. de poner en riesgo la gobernabilidad por una primaria”, dijo.
Para que no queden dudas cerró el debate: “Hoy en día el mejor mecanismo para preservar la unidad se llama PASO, eso es lo que yo creo”, dijo el Presidente.
Dos días antes el ministro de Economía reiteró su plan electoral con condicionamientos: sólo irá como eventual candidato presidencial del Frente de Todos si no hay internas y se encolumna el oficialismo detrás de su candidatura.
Massa está convencido de que cuenta con el visto bueno de Cristina Kirchner en esto y ya contaría con el visto bueno de la CGT y gran parte del mundo gremial que acompaña al peronismo. Nada nuevo bajo el sol: el peronismo repite la historia surcada por candidatos puestos a dedo. Sólo se recuerda como caso excepcional la inédita interna Menem-Cafiero en 1988.
“Tenemos que dar la obligación de no dar incertidumbre. Nos tenemos que pelear puertas adentro. Dirimir nombres en una primaria me parece un gravísimo error. Genera incertidumbre”, enfatizó Massa en el cierre de la reunión de Amcham.
El otro punto de tensión entre Alberto Fernández y Massa parecería ser el enemigo que cada uno eligió para enfrentar como eje de campaña electoral. Mientras que el Presidente enfoca sus diatribas verbales contra Macri y Juntos por el Cambio, en el massismo creen que hace falta contraponerse con la figura de Javier Milei, a quien ven que crece en las encuestas y puede ser un dolor de cabeza a futuro para el peronismo.
Massa piensa que están perdiendo el tiempo en “pavadas mientras se derrumba Juntos por el Cambio y crece Milei”. Y lo que cree es que hay que ordenar la coalición con un candidato, el que sea, y dedicarse a poner en valor al Gobierno y enfrentar a Milei y dejar que Juntos por el Cambio quede como algo marginal”, dijo un allegado al ministro de Economía.
En cambio, Alberto Fernández está empecinado en echarle la culpa de todos sus males a Mauricio Macri o Juntos por el Cambio. Cree que “Milei es un peligro para la democracia”. Aunque no ven en el libertario u serio riesgo de confrontación electoral.