miércoles, 3 de diciembre de 2025

 

El secretario de Medio Ambiente de Rawson, Miguel Larrauri, responsabilizó a la Provincia -y en particular a la administración del puerto- por la proliferación de residuos de la pesca, la acumulación de basura y los fuertes olores que afectaron a vecinos y turistas durante los últimos días de calor en Puerto Rawson.

Según explicó, cuando comenzó la temporada de langostino y se intensificó la actividad en el puerto, la falta de infraestructura básica para contener los desechos derivó en una situación crítica.

El retiro de los volquetes, que la administración portuaria mantenía en el sector durante los meses de pesca, fue el punto de inflexión: “Hace algunas semanas decidieron sacarlo y se transformó en un mini basural”, señaló.

“ERA RESPONSABILIDAD DE PROVINCIA. EL EJIDO ERA DE ELLOS”

Larrauri subrayó que el área donde se acumulaban los restos de la actividad pesquera no era jurisdicción municipal, sino provincial. “Vuelvo a reiterar para los vecinos: es responsabilidad de Provincia, más precisamente de Puertos. Ese ejido es provincial. Si fuera municipal, nos hubiéramos hecho cargo nosotros”, afirmó.

A pesar de no tener competencia, el municipio terminó interviniendo: hace dos o tres semanas, contó Larrauri, el intendente Damián Biss autorizó una limpieza completa del sector, ante la falta de respuestas de la administración portuaria y la presión de los vecinos, que venían multiplicando los reclamos por la suciedad y los olores.

“Lo limpiamos nosotros, pero este fin de semana volvió a estar en las mismas condiciones”, indicó.

UN FOCO DE MALOS OLORES QUE SE POTENCIÓ CON EL CALOR

El retiro de los volquetes, que antes permitían levantar tres o cuatro cargas por día con destino al relleno sanitario, provocó que los residuos de langostino quedaran tirados en el piso, fermentándose a la intemperie.

“Hoy está tirado en el piso, con fuertes olores. Con el calor, seguramente habrá olores fuertes”, advirtió. El secretario confirmó que se comunicará con el secretario de Pesca de la Provincia para exigir una solución inmediata. “La solución son los volquetes. Puertos se tiene que hacer cargo”, insistió.

Larrauri reconoció el valor económico y laboral de la temporada de pesca, pero advirtió que el impacto ambiental era cada vez más visible.

“Cada pleamar devuelve restos a la costa, y cuando la actividad se intensificaba, la contaminación se multiplicaba: Baldes, guantes, cabos… esa era la contracara de la pesca”, explicó.

Los mini basurales generaban un efecto contagio: una vez que aparecían residuos pesqueros, muchos vecinos o automovilistas terminaban arrojando colchones, telas u otro tipo de basura.

“A las dos o tres horas, con calor, eso genera un olor importante. Imaginate en el camión de la basura que anda cinco o seis horas recorriendo la ciudad”, explicó.

UN ESCENARIO QUE EXIGÍA DEFINICIONES DE LA PROVINCIA

Si no hay soluciones por parte de provincia, Larrauri adelantó que tendrían que volver a limpiar por su cuenta, a pesar de que no les corresponde, para evitar que el basural siga creciendo y que los olores sigan afectando a los vecinos y al sector turístico.

 

Nota elaborada en base a declaraciones a FM Tu Lugar de Rawson

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