“Los mejores campos del norte, libres de indios. Aprovechen la ocasión que es pichincha”
Familias como los Bullrich, descendientes de un alemán atrapado como soldado a sueldo durante la Guerra de Brasil, amasaron rápidamente fortunas. Adolfo Jacobo Bullrich, el patriarca del clan, fundó en 1867 la casa de remates Adolfo Bullrich y Cía., y se encargó tanto de bienes muebles como de propiedades rurales despojadas a las jefaturas mapuche. “Los mejores campos del norte, libres de indios. Aprovechen la ocasión que es pichincha”, se lee en uno de sus anuncios de la época.
“Por su empresa pasaban desde ganado a caballos pura sangre, propiedades a muebles, obras de arte y campos. Se convirtió en el sitio por el que desfilaba el must de la aristocracia local, donde podían comprar las últimas novedades llegadas de Europa. Pero a partir de la Campaña al Desierto, el mayor negocio de la Casa Bullrich pasó a ser el remate de las tierras ganadas a los indios”, cuenta Fernando Cibeira en su libro Macristocracia (2017).
La faena disparó la fortuna de Bullrich, también su influencia social. Llegó a presidir el Banco Hipotecario y ejercer como juez de paz en Buenos Aires. Su posición privilegiada lo llevó a trabar una excelente relación con el entonces presidente Roca, quien en 1898 lo nombró intendente de la ciudad de Buenos Aires. Hasta hoy una calle de la ciudad le rinde homenaje: Intendente Bullrich está en Palermo y es la continuación de Juan B. Justo, extendiéndose seis cuadras desde Santa Fe hasta Libertador.
Adolfo Bullrich fue también el fundador de lo que hoy se conoce como Shopping Patio Bullrich. Desde el año 1921, en ese imponente e histórico edificio de Buenos Aires, obra del arquitecto inglés Juan Waldorp, funcionaba su casa de remates.
En 2015, dos descendientes de los Bullrich compartieron funciones en el Gabinete del derechista Mauricio Macri: Patricia Bullrich, una ex guerrillera montonera conversa, ministra de Seguridad Pública; y Esteban Bullrich, ministro de Educación y Deportes. Ambos tuvieron polémicas relaciones con el pueblo mapuche.
Obsesionada con el “terrorismo” y el rentable discurso del enemigo, Bullrich llegó advertir fantasiosas conexiones de agrupaciones mapuche con ETA y el terrorismo islámico.
Su duro discurso, racista para muchos, la llevó incluso a los tribunales en 2021 tras ampliar la comunidad Lof Campo Maripe una vieja querella por “allanamiento ilegal” en su contra. “Abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público y amenazas” son parte de los delitos que la Justicia Federal de Neuquén investiga contra ella y su ex jefe de Gabinete, Pablo Noceti. La querella, patrocinada por la Confederación Mapuche de Neuquén, avanza a paso lento.
No parecieran ser de los trigos muy limpios los Bullrich.
Fragmento del libro “Historia secreta Mapuche”, de Pedro Cayuqueo