viernes, 31 de octubre de 2025

El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación y representante de la CGT del Valle, Luis Núñez, advirtió que el Gobierno nacional busca impulsar una reforma sindical y laboral que “ya fracasó en el pasado” y que “solo benefició al sector empresario, sin generar más empleo”.

Núñez recordó que en los años noventa se aplicaron en el país las llamadas “leyes basura”, una legislación importada desde España que “solo sirvió para marginar y flexibilizar a miles de trabajadores”. Según afirmó, “esa experiencia terminó en un fracaso, pero ahora la quieren volver a intentar porque, aunque sea de manera temporal, les resulta funcional a los sectores empresariales”.

“REDUCIR LA JORNADA LABORAL, NO EXTENDERLA”

El dirigente sindical señaló que, mientras en gran parte del mundo los gobiernos discuten la reducción de la jornada laboral sin afectar los salarios, en Argentina “se está volviendo a plantear que la gente trabaje más horas”, lo que calificó como “un retroceso social y de salud”.

“Nosotros celebramos cada año haber logrado la jornada de ocho horas. Fue una conquista social que no se estableció porque sí. Pretender ampliarla es volver al pasado”, sostuvo Núñez, quien advirtió que existen proyectos en el Congreso nacional que, de aprobarse, implicarían “una regresión en materia de derechos laborales”.

“NO TODO LO QUE SE VOTA SE ENTIENDE”

Consultado sobre el respaldo electoral que obtuvo el oficialismo nacional, Núñez respondió que “no todo el mundo votó una reforma laboral” y que muchos ciudadanos “fueron convencidos de que lo que se proponía era lo correcto, sin conocer realmente el alcance de esas medidas”.

“Pasa lo mismo que con los fueros en la provincia: si alguien ignora algo y otro le mete en la cabeza que lo que dice está bien, muchos terminan votando sin saber de qué se trata. No se votó para flexibilizar las relaciones laborales, sino para mejorar la situación económica del país”, enfatizó.

El referente de la CGT del Valle se mostró escéptico ante la posibilidad de que las reformas solo afecten a los nuevos puestos de trabajo, como sostienen algunos sectores. “Eso es relativo –advirtió-. Empiezan diciendo que no es retroactivo, pero después se termina aplicando a todos. Ya lo vivimos”.

En ese sentido, Núñez remarcó que las reformas deberían orientarse a mejorar las condiciones laborales, no a eliminarlas: “Se puede llevar adelante una reforma, pero que sea beneficiosa también para los trabajadores. Acá todas las pretensiones son quitar derechos. Y cuando eso ocurre, después ni los gobiernos respetan las leyes: dejan que se haga, los casos terminan en juicio, y mientras tanto, perdemos el tiempo”.

 

Nota elaborada en base a declaraciones a LU 20

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