UBICACIÓN: AV. JULIO ARGENTINO ROCA 521.
ESTADO ACTUAL: DESMANTELADA Y DEMOLIDA.
Desde el comienzo, la región fue un sitio especial que ofrecía la posibilidad a infinidad de inmigrantes de asentarse en nuevas tierras, quienes en busca de sus sueños forjaron las bases del primigenio Puerto Madryn. Fiel reflejo es el caso de Rudolf Grimm, quien arribó a la zona hacia 1907, proveniente de Alemania, para desempeñarse como contador de la primera sede de la empresa “Braun & Blanchard”, que años después se transformaría en la actual “La Anónima”.
Para la llegada de su esposa, Frieda Dora Klüver, quien viniera unos años más tarde, Rudolf construyó esta pintoresca casa. Fue pensada como regalo de bienvenida a este nuevo y desolado pueblo en crecimiento en el que vivirían, con toda la belleza natural a su alrededor, para disfrutar de un hogar acogedor frente a las costas del Golfo Nuevo. La vivienda de estilo tradicional europeo, se encontraba a las afueras del pueblo.
Según el relato de Guillermo Grimm, del dueño original, Rudolf junto a Roberto Gómez, gerente de la empresa, adquirieron nieto terrenos contiguos y construyeron casas gemelas con el mismo plano. La construcción fue relativamente rápida. Los techos eran de chapa y madera. El comedor tenía dos ventanas que miraban al costado y hacia la parte trasera del terreno. El dormitorio era amplio y muy luminoso, con vista al mar y al norte para aprovechar el sol de la tarde. Hacia la parte trasera de la casa se encontraba una enorme cocina con despensa en el sótano y, finalmente, el cuarto de baño emplazado en el patio. Tiempo después construyeron un cuarto de lavado y una habitación para huéspedes con un pequeño armario.
La casa fue desmantelada y demolida en enero de 2020. Se han rescatado elementos originales para ser utilizados en una recreación de la misma emplazada en los alrededores de la Casa del Gerente del Ferrocarril. Con esta acción se constituiría un complejo cultural para la interpretación y difusión del patrimonio y actividades afines.
NOTA: Cuenta Frida en una carta a su familia sobre el día de su llegada a Puerto Madryn:
“Mis queridos! El 15 de mayo a las seis de la mañana llegamos a Madryn! El viaje de Buenos Aires acá duró ocho días y no fue nada agradable! Pero Madryn es hermoso. Qué bien ubicado está y qué aire puro!
Ni qué hablar de nuestra casa. Amorosa y es la más linda de las que vi hasta ahora”
Fragmento del libro “Puerto Madryn, historias contadas por la arquitectura”, de Néstor Grisolia