sábado, 27 de diciembre de 2025

Jueves, 28 de junio de 1945. Llega al pueblo una importante noticia referente a la apertura de la licitación pública para la construcción de la Base Aeronaval y Artillería de Costas.

La licitación que se inicia el 1º de julio siguiente se cierra el día 21 de agosto a las 17 horas y su presupuesto oficial es de $ 5.145.866,67.

Es, en verdad, no solo una noticia de singular interés para nuestro pueblo, sino de grandes proyecciones en nuestro ambiente y, por qué no decirlo, una aspiración largamente esperada por los diferentes sectores de nuestras actividades.

Hagamos un poco de historia: En julio de 1939 el Sr. Enrique Muzzio, también entonces Comisionado Municipal, realizó las primeras gestiones ante el Director General de Aviación naval, Capitán de Navío Marcos A. Zar, para lograr el establecimiento de una base aeronaval. Luego de los estudios previos, el Ministerio de Marina se hizo cargo del asunto.

El entonces Capitán Zar realizó una visita de inspección al terreno que le había sido indicado como apropiado para los fines señalados, en el mes de septiembre de ese año, e inmediatamente el Sr. Muzio comenzó sus gestiones ante el representante de la compañía The Port Madryn Argentina Ltd. a fin de obtener el terreno necesario. Luego se interesó el Ministerio de Marina y por decreto 72124 del P.E. del 18 de septiembre de 1940 fue autorizada la adquisición de 170 hectáreas, lo que tomó formas concretas de posesión en nombre del Gobierno por el Capitán Zar el 24 de octubre de ese año, quien a su vez da posesión de la superficie de terreno nombrada al representante del Gobierno en nuestra localidad, Sr. Enrique Muzzio.

Más tarde se adquirió otra fracción a Don Julio San Miguel, quien a la vez donó una parte, llegándose a la superficie actual.

Las obras comenzaron y desde entonces hemos visto las importantes obras de desmonte realizadas, la construcción de las pistas de aterrizaje, el alambrado y deslinde de la Base, la construcción de la casa-habitación del encargado, del hangar que fue traído de Bahía Blanca, la desviación de la picada habitual a fin de que sea un camino sólo para uso militar el que pase por su frente, la dotación de agua corriente, la plantación de árboles y otros detalles que van completando tan importante obra.

Para lograr una base aeronaval completa y el establecimiento de Artillería de Costas hay mucho que hacer. La dotación permanente de personal necesario para ello, con residencia fija, reclama importantes obras, además de otros muchos aspectos que hay que contemplar.

El Comisionado Municipal, cuya activa participación en esta importante obra es necesario destacar, ve poco a poco convertido en realidad su grandioso proyecto. No dudamos que a no ser por el desgraciado accidente sufrido por el hoy Contraalmirante Marcos A. Zar ya hubiéramos visto esta obra a punto de terminarse.

La sola mención de esta obra y lo que cuesta dan una idea de que en nuestra economía local significan adelanto y progreso, contribuyendo a que Madryn sea, en un tiempo cercano, un centro de singular importancia en la costa patagónica.

Ya terminada su construcción, llegan escuadrillas de aviones biplanos anfibios Grumman que con el rugido de los motores rompen la monotonía.

En la revolución de 1955 aterrizó un Duglas DC 3 que llevó a los presos políticos liberados de la cárcel de Rawson, entre los que se encontraban el General Benjamín Menéndez (padre) y el entonces Capitán Alejandro Agustín Lanusse.

Para la campaña electoral donde se elegiría un Diputado nacional, me pide el Dr. Jorge Galina que arroje con el avión volantes partidario. Entonces me vengo a Madryn con el avión del Aero club de Trelew.

Al arrojarlos por tandas, muchos se engancharon en la rueda de cola y se me da por aterrizar en la Base Aeronaval para ver si habían caído sobre el Pueblo.

Durante el traqueteo por la pista, que era de tierra, se fueron desprendiendo los volantes, provocando la ira del Teniente Busso, Jefe de la Base, que me mandó a recogerlos y después me dejó 5 horas en cana.

Durante la construcción del aeropuerto El Tehuelche, la Base Aeronaval cedió su hangar y permitió el uso de sus pistas al Aeroclub.

 

Texto de “Puerto Madryn. Vuelo hacia el recuerdo” – Hugo Antonio Albaini

 

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