Puerto Madryn atraviesa una recesión cada vez más profunda, con una fuerte caída de la actividad turística y comercial, agravada en el último tiempo por el conflicto que mantiene paralizada la actividad pesquera. Así lo advirtió el presidente de la Cámara de Industria, Comercio y Producción (CAMAD), Mariano Ragadale, al presentar una serie de relevamientos que muestran el deterioro económico de la ciudad en el primer semestre de 2025.
Según los informes elaborados por la entidad, la ocupación hotelera en fechas clave como el fin de semana de carnaval (20 al 23 de febrero) apenas alcanzó el 30%, y durante Semana Santa se registró un magro 35%, apenas por encima del piso mínimo que necesitan los establecimientos para cubrir costos. “Estamos hablando de plena temporada, y aun así la baja es sostenida”, alertó Ragadale.
El titular de la CAMAD indicó que el encarecimiento general de los servicios turísticos y el “dólar planchado” hacen que destinos como la Patagonia se vuelvan inaccesibles incluso para el turismo interno, y poco competitivos para el turismo extranjero. “Hoy hay argentinos que eligen viajar al exterior porque, en algunos casos, les termina saliendo más barato que venir a conocer su propio país”, lamentó.
A la crisis del turismo se suma el impacto directo del conflicto pesquero, que mantiene inactiva a la mayoría de los barcos en aguas nacionales. “El motor de la pesca no solo mueve a Puerto Madryn, también al Valle y a toda la provincia. Estamos empezando a ver lo que significa no contar con esos ingresos que genera la industria”, dijo Ragadale.
La ciudad, explicó, siente el golpe en todos los niveles: baja en ventas comerciales, caída en la venta de autos, reducción en las inversiones. “El trabajador pesquero deja todo en la ciudad. Muchos compran vehículos como forma de ahorro o reinvierten en sus viviendas. Hoy todo eso está parado”, señaló. Recordó, además, el antecedente del largo conflicto del sector en los años 2000, cuando “más de 50 días de inactividad mostraron con claridad lo que representa la pesca en la economía de Madryn”.
Actualmente, alrededor de 15.000 personas trabajan de forma directa en la pesca en la ciudad, a lo que se suman empleos indirectos en servicios, logística, reparación naval, transporte y provisión de insumos. “Esto no es solo un problema sectorial, es un impacto económico directo y masivo en la región”, afirmó.
Desde la CAMAD aseguraron que están en diálogo con entidades empresarias y sindicales para colaborar en la búsqueda de soluciones. Ragadale consideró que la crisis llegó a un punto donde “hay muy poca capacidad de inflexión”, pero insistió en la necesidad de que el conflicto pesquero se resuelva cuanto antes. “Ojalá pronto podamos retomar la actividad. No hay margen para seguir perdiendo tiempo”, concluyó.
Nota elaborada en base a declaraciones al programa Redacción 20 de LU20