sábado, 15 de noviembre de 2025
Goleta Emma destruida por un incendio en las costas de Madryn en 1947

El club Madryn no tenía, para esa época, sede social y los bailes se realizaban en la Sociedad Italiana. En dos o tres oportunidades se instaló donde está hoy el monumento a la Galesa una gran carpa alquilada, donde se hacían los bailes de fin de año con orquestas típicas. La del maestro Enzo Autiero de Madryn, en ocasiones la orquesta del maestro Silano de la zona del Valle y en un par de oportunidades la orquesta porteña de Juan Cambareri.

 

Estos bailes constituían verdaderos acontecimientos sociales. Una noche, duran- te el transcurso del baile de fin de año, una llamarada naranja surge del mar. Corre la noticia dentro de la gran carpa y salimos a la rambla. Se estaba incendiando el barco pesquero “EMA” y su único tripulante se acercaba a la costa en un pequeño bote de remos. El espectáculo era dantesco, los tambores de combustible que llevaba sobre cubierta explotaban y se proyectaban a gran altura, cayendo al mar en enormes bolas de fuego.

 

El amanecer de ese templado día quedó grabado en mi mente, el sol apenas se asomaba en el horizonte y el azul del mar planchado le daban a la escena característica de postal.

 

Terminada la era del cazón se fueron las barcas, y varios de esos muchachos se quedaron aquí y formaron sus hogares. Uno de ellos fue Jorge Villaro que se casó con Alba Rapoport y estuvieron durante muchos años al frente del Aldo Bar, lugar de encuentros con amigos que también tiene su historia.

 

Fragmento del libro “Puerto Madryn, vuelo hacia el recuerdo“, de  Hugo Antonio Albaini.

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