domingo, 20 de abril de 2025
Primeras viviendas de Eduardo Botello en Choiquenilahue. Foto Vallentin

El 7 de mayo de 1897, arribó a la vivienda de Botello el explorador y comerciante italiano Francisco Pietrobelli, quien sería el fundador de las poblaciones de Colonia Sarmiento y Comodoro Rivadavia. Dijo al respecto:

“Después de un bonísimo viaje, y cruzando el río Senguer en la parte norte, descendimos a lo largo del mismo hasta el punto llamado Choiquenilahue, o sea Paso de los avestruces, donde describiendo una curva el río se repliega hacia el sur, junto a la casa del señor Eduardo Botello, antiguo ornitólogo del Museo de La Plata y ahora criador de animales, propietario al mismo tiempo de un negocio de comestibles para los indios. Llega al mismo tiempo la expedición del Museo de La Plata, dirigida por el señor Roth, eximio naturalista. De la que forma parte el paleontólogo italiano Santiago Pozzi y su hijo Antonio.

Durante tres días pasamos el tiempo alegremente, como se lo puede pasar en tan selecta compañía y en tales desiertos […] el señor Eduardo Botello, que con nosotros fue muy gentil y servicial, me dio detalles e indicaciones precisas sobre los puntos que habrían de servirme de guía para adentrarme en las montañas para luego alcanzar los lagos (Musters y Colhué Huapi, en el centrosur de Chubut).” (Pietrobelli, 1976)

El 13 de mayo Pietrobelli siguió camino hacia los lagos.

A principios de 1897 Juan Plate envió a la Patagonia al aventurero y cazador Eberbach para que buscara un camino corto entre la costa y la cordillera. En febrero desembarcó en Camarones y partió hacia el oeste. En el valle de Sarmiento se encontró con el italiano Francisco Pietrobelli; ocasión que aprovecharon para intercambiar información sobre las regiones que cada cual había explorado. El 6 de junio, Eberbach arribó a Choiquenilahue:

“Atrás de nosotros al nordeste queda el cerro redondo como a dos leguas, seguimos el rastro del carro (de Pietrobelli) y 1 hora más caemos al valle Choiquenilahue. Vemos una casa en el lado sud del valle. Bajamos la barranca y donde hay monte desensillamos. Después vamos a la casa que son unos ranchitos que quedan del otro lado del Apelé (confluencia con río Senguer). Es la pulpería de Eduardo Botello, el encargado se llama Juan José Astorga. Al lado hay unos toldos de indios. El valle es muy ancho. Hacia el norte viene el valle de Genoa. Tiene pasto en abundancia y tierra negra en  todo el valle.” (Hardt, 1992)

En 1898 visitaron al matrimonio Botello el lituano Isidoro Szlápeliz y su nieto José, algunos de los primeros pobladores de Colonia Sarmiento. Llevaban una carta de recomendación de Segundo Acosta, un amigo de Botello y otro de los primeros colonos del valle de Sarmiento. Según recordó Isidoro Szlápeliz años después, fueron bien recibidos, los colmaron de atenciones y no les cobraron los comestibles que consumieron. “Eduardo Botello se reía, decía que nunca había visto gringos tan corajudos y que estaba contento de recibir noticias de su amigo Acosta”. Doña Teresa, calladita, lucía adornos indígenas: vincha y pechera confeccionadas con medallones de plata y sobre la espalda un chamal de género”.

Libro “La colonización del oeste de la Patagonia central”, de Alejandro Aguado

 

 

 

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