sábado, 13 de septiembre de 2025
Lewis Jones y aborígenes. Foto: 1867

La situación crítica, sin recursos, alimentos y malas cosechas, y ante las ofertas recibidas por parte de los gobernadores de Santa Fe y Río Negro de trasladarse a aquellas provincias, se decide abandonar la colonia.

Los caciques pampas y tehuelches trataban de convencerlos de que permaneciesen en el valle, ofreciéndoles incluso su ayuda para facilitar el retorno, ya que le asignaban suma importancia a la continuidad de la incipiente colonia.

Después que los galeses abandonaron el valle para dirigirse a Puerto Madryn a esperar el barco que los trasladaría a otro lugar, se produjo un acontecimiento inesperado, como fue el incendio de sus precarias viviendas en Trerawson, hecho que ha sido atribuido a la gente de Chiquichan y merecido más de una explicación. Mientras que A. Matthews escribe en su Crónica… que los indios las habían prendido fuego “por el gusto de verlas arder”, otros cronistas sostienen que lo habrían hecho en despecho porque los colonos habían abandonado el lugar. Por su parte, algunos autores contemporáneos arriesgan que el objetivo era que no se estableciesen nuevamente. Otros sostienen que habrían urdido un plan para atacar y matar a los colonos, de lo que sólo se habrían salvado por el aviso de “un francés” que había venido con los indios de Rio Negro. Éste iba a participar del ataque, pero luego se habría arrepentido y dado aviso a los colonos en Madryn. David Williams interpreta el incendio de las casas como una declaración de guerra por parte de la gente de Chiquichan. Sin embargo, estas hipótesis no se compadecen con la actitud colaborativa asumida luego, por lo que nos parece mucho más probable que sólo se haya tratado de la reiterada práctica que tenían algunos indígenas de prender fuego al campo cuando se iban de un lugar, bien para renovar el pastizal, bien como una medida preventiva para evitar la propagación de enfermedades.

Sin embargo, existe una versión poco conocida dada por Cáradog Jones, que confirmaría la existencia de un plan para atacar a los colonos. Según éste, los toldos de la tribu de Chiquichan se encontraban cerca de Trerawson el día anterior al de la partida para Puerto Madryn. Al anochecer hubo en ellos gran agitación, ya que algunos indios se preparaban para atacar a los colonos esa misma noche o al día siguiente durante la marcha. Sin embargo, por la mañana el cacique fue a pie al poblado, donde todavía había algunos colonos, y les manifestó con alegría que luego de denodados esfuerzos había logrado disuadir a los que querían matarlos, por pensar que se trataba de una traición y que los galeses volverían con soldados. Rhys Williams y Josua Jones -padre de Cáradog- le explicaron que querían irse a otro lugar porque allí padecían hambre. Al parecer Chiquichan comprendió perfectamente, ya que luego le dijo a Jones que lo acompañase a la orilla del rio, donde juntos enlodaron sus manos y luego las lavaron con agua, reiterando una vez más la operación, tras lo cual el cacique le dijo que así como se había ido el barro de sus manos, también había desaparecido todo signo de malquerencia y que “desde ese instante ellos y sus dos razas eran amigos por el resto de sus vidas, con una amistad firme que nada ni nadie podría quebrantar”.

Lo concreto es que luego de estos acontecimientos Chiquichan se dirigió con su gente a Puerto Madryn, donde se encontraban los colonos esperando el barco que los trasladaría a otro lugar y, que más allá de cualquier intención o actitud hostil que hubiese existido, el encuentro y el tiempo que compartieron en las playas del Golfo Nuevo parece haber transcurrido de manera bastante distendida.

El 28 de julio los galeses celebraron allí el Gwyl y Glaniad, “La fiesta del Desembarco”, ya que en esa fecha se cumplían dos años del arribo. Esta celebración estaría indicando que seguramente para ese momento ya habían decidido quedarse un año más, ya que nos resulta extraño que festejasen la fecha si es que todavía estaban dispuestos a irse a otro lugar, por lo que para los más entusiastas esta conmemoración habría tomado el carácter de una reafirmación de su voluntad de colonizar el Chubut. Y para los menos convencidos el compromiso de al menos intentarlo.

 

Fragmento del libro “Chupat-Camwy Patagonia”, de Marcelo Garivati

 

 

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