martes, 21 de enero de 2025

“Ante el intempestivo y apresurado proyecto de zonificación de Playa Unión, bajo ref. Expte. Municipal 1374/24 y caratulado N°14729/24, me parece oportuno aportar algunas reflexiones y dudas que surgen del mismo, así como de las declaraciones que lo han acompañado.

En primer lugar, desde el punto de vista de la planificación territorial, toda acción de este estilo que afecta a la gobernanza de un área y por consiguiente a su desarrollo integral, debería fundamentarse adecuadamente. Dicha fundamentación, al menos, debería ser técnica y social. Ninguna de las dos está presente en este caso: la técnica no se encuentra en el proyecto de ordenanza; y la social está claramente expresada en desacuerdo en las manifestaciones de las y los vecinos.

En segundo lugar, la propuesta de zonificación se da en un contexto de participación popular espontáneo y genuino, respecto a la gobernanza de Playa Unión. Esta propuesta parecería ir en contra de dicha voluntad popular respecto a, en el marco normativo vigente, contar con una representación formal de Playa Unión.

Ya en un plano más técnico, por el tipo de zona, su homogeneidad socio-económica, tradición cultural y proceso de crecimiento, requiere una mirada integral a fin de evitar desbalances y desequilibrios. Justamente se requiere una mirada integral que profundice la cohesión social del lugar, no su segregación. En esta misma línea, los proyectos de desarrollo que permitirán el crecimiento de Playa Unión requieren de esa visión integral para alcanzar su éxito. Una separación en zonas, las cuales serían no solo linderas sino difícilmente diferenciables, traería aparejada una multiplicación de estructuras burocráticas, una aún más baja participación ciudadana y conflictos innecesarios por pujas de intereses aparentemente contrapuestos.

Por otro lado, profundizando en aspectos técnicos, desde el enfoque de flujos, es decir, las dinámicas que ocurren en un territorio como Playa Unión, hay varios puntos a mencionar. En primer lugar, la movilidad y el transporte son inherentemente integrales: no se puede pensar en mejorar el transporte, las vías (calles, arterias, etc.), las sendas para movilidad activa (personas y bicis) sin considerar todo el trayecto completo. Por otro lado, los flujos de servicios e infraestructura, de la misma manera, requieren abordajes que consideren la totalidad del territorio para evitar deterioro en la calidad de vida de un sector por sobre otro. Las redes de servicios públicos, la recolección de residuos, la limpieza urbana, la iluminación, la seguridad deben trabajarse de manera articulada. Finalmente, los flujos sociales y culturales deberían planificarse de manera integrada para fomentar la cohesión social. En particular, el uso y apropiación de los espacios públicos, entre los que resaltan la costa del mar y la del río, deben pensarse para todos y todas, en una única Playa Unión.

Ante estos argumentos el esquema de gobernanza debería buscar un único objetivo: tener UNA mejor PLAYA UNIÓN”.

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