
Un conflicto con la colectividad galesa estuvo relacionado con la incorporación de ciudadanos al servicio militar en la Guardia Nacional. En 1885 el Departamento de Guerra enviaba un decreto rubricado por Roca y B. Victorica a los Gobernadores de los territorios para proceder al enrolamiento de la Guardia Nacional.
En 1895 el Gobernador E. Tello presentó una nota al Ministerio del Interior diciendo que los miembros de la colonia se resistían a acatar esta ley por lo que: “[…] sufrieron la pena de arresto […]. Esta medida, la de los ejercicios doctrinales en día domingo ha sido la causa de que los galenses protestaran de la ley en un memorial que me presentaron […] pidiéndome que cambiara el día domingo designado en la Ley […] por otro de la semana, fundados en que la ley contraría sus creencias religiosas que les prohíben trabajar los domingos”.
Entre los papeles de John Murray Thomas hay uno por el que nos enteramos que fue comisionado para elevar un petitorio al Gobierno Nacional en 1897 pidiendo que se cambiasen los días de prácticas de instrucción militar por razones religiosas. También hay una copia de una carta, con fecha 22 de mayo de 1899, dirigida al Presidente Roca: “Me es honroso acusar recibo de la nota en la que Ud. se ha dignado participarme el recibo de la mía en la cual solicitaba el indulto para los Guardias Nacionales que no se habían enrolado: Comunicándome al mismo tiempo que quedaba acordaba mi pedido, por lo cual le quedo agradecido tanto por mí como por los interesados”
S. Ferns escribe al respecto: “Los galeses establecidos en Chubut se habían hecho ciudadanos argentinos y como tales tenían la obligación de servir quince días por año en la milicia. Desgraciadamente, el Gobierno argentino consideraba los domingos días apropiados para el cumplimiento de los deberes militares. Dos habitantes de la colonia con imaginación y tal vez ambiciosos, pensaron que la solución del problema de los ejercicios militares de los domingos era la incorporación de la colonia al Imperio británico. Fueron a Gran Bretaña para predicar el evangelio de la anexión de la Patagonia. El Gobierno argentino los acusó de alta traición. Un miembro galés del Parlamento hizo preguntas en la cámara. El Presidente de la República visitó Chubut, todo se puso en regla. Los ciudadanos de la República de habla galesa, que residían en la Patagonia, prestarían servicio durante quince días en diciembre, con exclusión de los domingos. El barco de Su Majestad, Pegasus, visitó la colonia. El capitán informó que todo estaba tranquilo y que los galeses residentes eran leales a la República Argentina […].
Fragmento del libro “Trelew y su hinterland 1889-1999”, de Horacio Ibarra y Carlos Hernández