El jueves y viernes, desde la municipalidad, se anunciaba que Damián Biss visitaría Playa Unión para dar explicaciones a los vecinos especialmente a un grupo activo que plantea dudas y críticas a la actual gestión municipal.
Tal cual estaba informado el sábado, pasadas las diez de la mañana, comienza la anunciada reunión. Los temas a tratar eran, fundamentalmente, los geotubos, el cambio de dirección de las calles del balneario y la división de la Junta Vecinal de Playa Unión.
El tema de los geotubos no ameritaba mayor discusión porque fue claro el gobernador respecto a que era una obra paliativa de urgencia para tratar de frenar el avance del mar, para luego, buscar obras definitivas. Los otros dos temas menores, opinables, son de fácil explicación, dentro del marco de la discusión política.
Lamentablemente, lejos de buscar un diálogo franco con los pocos vecinos que asistieron, los que generalmente participan en este tipo de reuniones, llevó a la misma a algunos incondicionales de distinta laya para anular la sincera participación de los habitantes de playa.
Hasta ahí es tolerable, pero lo que no se puede aceptar y resulta intolerable es que cuando un vecino marcaba algún cuestionamiento y dudas, al final de la reunión, el intendente lo llame en un aparte y le diga con lenguaje y tono típico de un mafioso: “Nando yo te conozco, se que trabajas en la Universidad del Chubut, sabemos bien quien sos…”.