lunes, 28 de julio de 2025

La provincia conmemora una fecha histórica y con ello, revive tradiciones de hace más de 150 años. La ceremonia del té galés es una de ellas, y Nain Maggie, en Trevelin, se encarga de mantenerla viva.

 

Cada 28 de julio, la provincia de Chubut recuerda una gesta que marcó su historia para siempre: el desembarco de 153 colonos galeses en las costas del Golfo Nuevo, en lo que hoy es la ciudad de Puerto Madryn.

Aquella mañana de 1865 fue el inicio de un proyecto colectivo impulsado por coraje, cooperación, identidad y esperanza. El legado de esos hombres y mujeres que cruzaron el océano para forjar una nueva vida aún se siente vivo en el sur argentino.

Esta llegada a la provincia se conmemora con múltiples actividades culturales, encuentros escolares, recorridos históricos y, por supuesto, degustando exquisiteces de esta cultura, como tortas galesas, panes caseros, dulces artesanales y el tradicional té servido al estilo galés.

Se trata de una costumbre arraigada que data de la llegada de los colonos galeses en el siglo XIX. Esta tradición no solo se limita al consumo de té, sino que también incluye una ceremonia social y gastronómica, donde se comparten tortas, panes y dulces caseros, junto con un té servido en teteras especiales.

La presencia galesa dejó huella en las casas de té de la provincia; sobre todo, en Trevelin, localidad marcada por esas costumbres, durante todo el año.

La tradición del Té Galés, es una constante en la cotidianeidad del denominado “Pueblo del Molino” y la casa Nain Maggie, se encarga de mantener viva esa forma de pasar las tardes en familia o entre amigos.

Nain Maggie; la casa de té que invita a revivir tradiciones y a contar para de la historia de los galeses en Chubut.

La historia de la casa de té Nain Maggie comienza un 18 de enero de 1975, cuando se tomó la decisión de continuar el legado de recetas y sabores dejado por la abuela Margarita, conocida como Nain. Una tradición que había sido heredada desde la infancia y que aún perdura en el interior de las paredes históricas del local.

El lugar se encuentra a cargo de Susana y Javier de la Fuente; ambos, hace más de 28 años que continúan con la tradición de sus padres.


Susana y Javier de la Fuente, junto al equipo de trabajo que se desempeña día a día en la casa de té

La tradición del té gales llegó con los abuelos maternos, quienes junto a los padres de los actuales propietarios fundaron este emprendimiento, descendientes de galeses. La propuesta fue invitar a la comunidad a visitar la casa de té y disfrutar de aquellas bebidas que habían sido parte de su niñez. En la actualidad, ese mismo espíritu de invitación y comunidad sigue vivo en Nain Maggie.

“Aprendimos nuestra tradición de nuestra mamá y nuestra Nain”, señala Javier de la Fuente.


En las paredes del lugar, se pueden apreciar historias familiares, como la del abuelo, primer comisario del valle, y la historia de Maggie Freeman de Jones, la abuela materna que llegó a los 14 años y fue pionera en la región.

Por su parte, Susana de la Fuente explica que la iniciativa de crear la casa de té surgió de su padre, quien, tras visitar Gaiman, regresó con la idea de poner en marcha el proyecto, iniciando en la casa de los abuelos paternos.

La familia está integrada por cuatro hermanos, todos quienes han pasado por la casa de té en diferentes momentos y épocas. Desde el principio, se habló de quién continuaría con la tradición. La segunda hermana mayor, Liliana, expresó que no quería hacerse cargo, por lo que Javier, de manera progresiva, asumió responsabilidades en la cocina junto a su madre y hermana.

En 1995, Javier comenzó a preparar la torta galesa, que inicialmente solo se vendía en el local. Gracias a Valeria, su pareja, lograron expandir la venta hacia otras localidades como Esquel, Bariloche y Villa La Angostura, llevando la tradición galesa más allá del valle. Desde aquel entonces, Nain Maggie lleva más de veinte años vendiendo en el mercado interno de Argentina.


El té y la torta galesa, van de la mano en lo que a tradiciones ancestrales refiere.

“La identidad de la casa de té se forjó a partir de la torta galesa”, afirma Javier.

Después de 33 años desde su fundación, Javier y Susana —ambos de la cuarta generación galesa— decidieron seguir con el proyecto, siendo Javier responsable del área de cocina, en estrecha colaboración con su madre.

“Tomar el té en Nain Maggie significa compartir un fragmento de nuestra historia y tradición”, expresa Javier.


Las delicias caseras, dulces o saladas, son fieles acompañantes del té galés.

Actualmente, Susana y Javier, continúan transmitiendo desde sus raíces la tradición llevada adelante por sus antepasados. Su propósito es mantener viva la costumbre de compartir, desde la infancia, los sabores y historias que les dejaron sus abuelos.

En Nain Maggie, no solo se trata de tomar el té, sino de acompañar la experiencia con historias, recetas tradicionales, y exquisiteces como pan con manteca, scons, dulces, quesos y la emblemática torta galesa.

El té gales sigue siendo una tradición familiar que se mantiene en cada generación, apreciada por todas las recetas que se disfrutan mientras se saborea en hebras, como el pan de manteca, los scons, y la torta negra típica de Gales que llegó a Chubut con los abuelos, adaptándose a los ingredientes disponibles en la región.

Todo lo que acompaña al tradicional té, es de elaboración casera y en el día.

“Los scons son una pasión para mí”, comenta Javier. “Todos pueden hacer la misma receta, pero la diferencia está en las manos y en cómo se trabaja la masa. Es mi elaboración favorita, un punto intermedio entre mi hermana Liliana y mi madre.”

La torta negra, que ha pasado de generación en generación en las familias galesas de la zona, es uno de los símbolos de la casa de té y genera orgullo entre los visitantes.

“Cada familia tiene su propia receta de torta galesa, y la transmiten a las nuevas generaciones”,

 


Tanto la elaboración como el consumo, forman parte de la tradición galesa

“A través de la casa de té, hoy podemos contar nuestra historia y nuestra tradición familiar”

 

Por último, los propietarios invitan a la comunidad a visitar y disfrutar de la experiencia, donde podrán degustar la tradicional torta galesa, la tarta de crema, y otras delicias elaboradas en el mismo día. Para ellos, “dar una receta es contar un pedacito de nuestra historia”.

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