Después de más de cuatro meses de paralización total, la flota tangonera congeladora volvió a navegar y marcó así el reinicio de la temporada de pesca de langostino en aguas nacionales. La actividad se había mantenido virtualmente detenida desde marzo, a pesar de que el Consejo Federal Pesquero había habilitado la temporada al norte del paralelo 42º. El conflicto entre las cámaras empresarias y los gremios marítimos impidió durante meses que los buques salieran a pescar, pero finalmente se destrabó con un acuerdo que implicó una inédita rebaja salarial.
El secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), César Zapata, confirmó que los barcos ya comenzaron a moverse: “Ya se está moviendo en todos los puertos, lleva tiempo porque es mover marineros de todo el país. Una vez que se van completando las tripulaciones, van saliendo los barcos”, expresó.
Más de cien embarcaciones congeladoras comenzarán a operar en las subáreas recientemente habilitadas dentro de la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (ZVPJM), tras una prospección técnica coordinada por el INIDEP. Los primeros buques se dirigen hacia la Subárea 12, habilitada el 9 de julio, y la Subárea 8, autorizada a partir del 29 de julio. En las próximas horas está previsto el arribo de entre 12 y 14 barcos provenientes de Zárate, que se alistarán para comenzar a operar, y se estima que dentro de 10 días estarán descargando en los principales puertos del país.
Un conflicto sin precedentes
El conflicto que mantuvo varada a la flota congeladora durante 140 días se originó por el reclamo de las cámaras empresarias de aplicar un fuerte ajuste sobre los costos laborales. Aseguraban que los valores de exportación —alrededor de 5,50 dólares por kilo de langostino— no permitían cubrir los costos operativos.
Finalmente, el SOMU aceptó un esquema de reducción salarial del 9%, con el 70% del ingreso considerado no remunerativo y exento de cargas sociales. Este modelo permitirá a las empresas una rebaja de alrededor del 12% en los valores de producción. Aunque lejos del 30% que pretendían inicialmente las cámaras, el acuerdo fue suficiente para destrabar la situación.
El convenio fue firmado también por otros gremios como Capitanes, SICONARA y SUPA, y si bien el SIMAPE no rubricó el acta, aseguró que no pondrá obstáculos a la reactivación.
El estado del recurso
Según los informes técnicos del INIDEP, el estado del recurso es saludable, con parámetros similares a los de años anteriores. Esto fue clave para habilitar zonas estratégicas y justificar técnicamente el reinicio de la temporada. La flota se concentra ahora en áreas donde se detectaron concentraciones comerciales de langostino con bajo porcentaje de ejemplares juveniles de merluza, como exige la normativa vigente.
Un pedido para extender la zafra
Desde el SOMU ya anticipan el próximo objetivo: extender la temporada de pesca hasta el 1 de diciembre. Actualmente, el cierre está previsto para el 1 de octubre. “Es otro objetivo que tenemos, trabajar con varias provincias para que nos den el apoyo en el CFP para tratar de estirar esta temporada”, indicó Zapata. Para que prospere esta iniciativa, se requiere el voto favorable de al menos tres de las cinco provincias que integran el Consejo Federal Pesquero: Buenos Aires, Chubut, Santa Cruz, Río Negro y Tierra del Fuego.
La extensión del período de pesca permitiría mejorar las oportunidades de embarque de los marineros de relevo, un segmento de trabajadores que ve fuertemente comprometida su participación cuando las temporadas son acotadas. “Tenemos gente de relevos, estamos esperando que lleguen los barcos a puerto, y ahí empezar a mover la bolsa de trabajo”, dijo el dirigente sindical.