El martes pasado, refugiados del frío en la coqueta cafetería Puchero Center, dos conocidos personajes de Trelew compartían una charla café, tocando distintos tópicos de la realidad nacional, provincial y, de soslayo, municipal.
Uno es joven abogado integrante de una conocida familia de leguleyos valletanos, con diversos emprendimientos comerciales en la zona y el otro, el exsecretario de Planificación, Obras y Servicios Públicos de Trelew, Sebastián de la Vallina, hoy aupado por el sector gremial a subsecretario de Servicios Públicos de la Provincia.
Con muy buena onda hablaron de diversos emprendimientos, sobre el precio del pavimento, el joven dejó claro que quiere “25 por el kilómetro”, se explayaron largamente sobre fideicomisos, y hasta hicieron referencia a “Nordelta y a Tigre”, en la provincia de Buenos Aires. Se intercambiaron información y contactos para estar bien cercanos a los cambios políticos que parecerían avecinarse en la República Argentina.
De la Vallina insistía mucho en la necesidad de contactos aunque sostenía que el grupo que lo respalda está conectado con todos los sectores y, gane quien gane, seguirán consolidados. A pesar de eso agradeció los números de celulares aportados por el joven y elegante abogado que le aclaró “los teléfonos que te doy úsalos bien porque este puede ser gobernador, señalando uno y el otro puede llegar a Presidente”. Y le dijo con claridad que “en este país se vive de los contactos con el poder de turno, no hay que perder el tren”.
En lo mejor de la charla ingresaron a la confitería la diputada Leila Lloyd Jones y su esposo, Gustavo Cardoso, y la charla cambió de tono y de tema. Parece que fue una fructífera tenida, que comenzó a las 9.30 y finalizó después de casi 2 horas.