De cara al blanqueo fiscal habilitado para inversiones en la construcción, y para presionar para que más contribuyentes adhieran, el ministro de Economía, Sergio Massa, aprovechó su viaje a los Estados Unidos para avanzar con un convenio de intercambio de información con la IRS, la AFIP norteamericana.
“Se va a pedir un convenio de intercambio de información automática, que la Argentina tiene, por ejemplo, con España. Cada 30 de septiembre, la Argentina recibe información de los movimientos de argentinos que tienen cuentas en España anteriores al 12 de diciembre del año anterior. Esto está en tratativas, pero no se sabe si Estados Unidos lo va a aceptar”, admitió a este diario un funcionario del gabinete económico.
Martin Litwak, experto en fiscalidad, cree que sólo habría intercambio automático de información de cuentas particulares de individuos argentinos, pero no de sociedades ni de trust o de estructuras similares.
PRIMERO AL CONGRESO
“Pero hasta que no se firme el tratado y entre en vigencia, no habrá intercambio de información. Como es un tratado entre naciones, debería pasar por el Congreso y su implementación no es automática, ni pasa de un día para otro”, advierte Litwak.
“Al ser acuerdos bilaterales cada uno tiene sus particularidades y la posibilidad de que se firme prontamente un acuerdo con Argentina no es alta”, señala Daniela Wechselblatt, de DW Global Investments.
El 90% de los activos inmobiliarios de argentinos en ese país están a nombre de empresas, no de inversores en forma individual, por lo que quedan fuera del radar.
FUERA DEL RADAR
Mariano Sardáns, CEO de FDI, destaca que el 90% de los activos inmobiliarios de argentinos en ese país están a nombre de empresas, no de inversores en forma individual, por lo que quedan fuera del radar. Si cuenta la plata englobada en activos financieros, inmobiliarios y participaciones societarias de argentinos en Estados Unidos, la cifra asciende a los u$s 300.000 millones.
“Estados Unidos se convirtió en un hub financiero mundial, desde donde invertir en el mundo. Por los bajos costos que cobra y por la forma en que protege al inversor, mucha de la plata que estaba en bancos suizos se fue para los Estados Unidos, que pasó a ser el lugar más barato y competitivo”, agrega.