Millones de jubilados pasan penurias con sueldos que no llegan a cubrir un tercio de la canasta básica, viviendo en situaciones muy precarias y subsistiendo gracias a familiares o a organizaciones sociales (iglesias, congregaciones, entidades barriales) que los ayudan, al menos, con un plato de comida.
En las últimas semanas la situación de nuestros mayores se agravó al quitar, la obra social de los jubilados PAMI, de su vademécum cientos de remedios y prestaciones.
Pero en este bendito país, siendo poderoso, no te afectan esos problemas.
Un ejemplo claro es el Procurador General que, por sus influencias, logró que a su señora madre, la obra social SEROS, le cubriera cobertura de enfermería integral por Cod. 1149 (discapacidad), sin certificados cargados. Con módulos de atención domiciliaria al 100%. Y lo notable es que ha desaparecido el expediente.
Nos alegra que la señora tenga especial atención acorde a sus necesidades aunque la inmensa mayoría de los que solicitan estas prestaciones gratuitamente en la Obra Social nunca lo logran.
Miquelarena, un hombre poderoso, que llegó a ese cargo sin ningún antecedente que lo avalara, con ingresos familiares por más de 10 millones de pesos, que vacaciona en el exterior, compra propiedades a estrenar en primera fila de playa en Puerto Madryn, pide, usando su influencia, que la Obra Social se haga cargo de los gasto de atención de su señora madre.
Es interesante preguntarse si esto no es también CASTA!