Alberto Fernández no conduce y Cristina Kirchner no puede unir. Suena a frase opositora pero se consolida con rango de verdad peronista, repetida tanto entre algunos de los que conservan su fe ciega en la Vicepresidenta como entre los que confiaron en la capacidad negociadora del Presidente de la Nación. Como en las encuestas, los identifica la desilusión.
El ejemplo palpable de la desidia son los reiterados conflictos sindicales, el tuit de la Vicepresidenta por la suba de precios de los alimentos y los crecientes índices de indigencia y la incapacidad del peronismo para coordinar un acto unificado el próximo 17 de octubre. Se sumó esta semana la necesidad del auxilio de un partido provincial para poder iniciar el debate sobre la posible eliminación de las PASO.
Tal vez el único que libere endorfinas sea el ministro de Economía Sergio Massa que se dio el lujo de jugar de local en Diputados durante la presentación del Presupuesto 2023. Hasta un acérrimo opositor, el mediático radical Martín Tetaz, cometió el error de llamarlo Presidente.
Sin embargo para muchos la alusión no remitía al cargo en Diputados sino al de Presidente de la Nación. Conocedor de los celos que se generan puertas adentro de la coalición, el ministro se apuró a pedir la corrección.
En búsqueda de los votos para la ley de leyes dedicó más de una broma a sus otrora interlocutores -Mario Negri y Cristian Ritondo- mientras desplegaba los números destinados a salud, asistencia social y educación negociados en el frentismo de Todos. Más tarde, de regreso en Economía, escribió un mensaje de agradecimiento a cada uno de los jefes de bloques.
“No es ajuste, es orden” subrayó con énfasis sobre el diferimiento de partidas destinadas al plan Conectar Igualdad, símbolo de la década K.
Máximo Kirchner no apareció por Pasos Perdidos pero se reunió a solas con Massa en el despacho que ahora ocupa Cecilia Moreau. Sigue en pie esa sociedad.
Con Cristina Kirchner en cambio el contacto del ministro fue telefónico. Se comunicaron antes y después del mensaje que la Vicepresidenta escribió para pedir medidas contra la suba de precios de los alimentos apenas conocidos los números de pobreza e indigencia del primer semestre del año.
A pesar del reclamo, el texto fue sustancialmente menos hiriente que las cartas públicas a Alberto Fernández.
De la misma manera fue “comprensivo” Máximo Kirchner en su discurso en Morón este sábado. El silencio público del último mes del presidente del PJ bonaerense generaba desconcierto entre los propios.
Martín Sabbatella, jefe político del Frente de Todos en Morón, le propuso organizar un acto a un mes del intento de magnicidio. El evento, “cuidado”, reunió a 3500 militantes sentados, con pulseras de identificación. Hubo unos pocos intendentes y dos ministros de la Nación, los omnipresentes Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta que compartió platea con su interino, Damián Selci, y el otro dirigente de La Cámpora de Hurlingham, Martín Rodríguez, número dos del PAMI.
(A propósito de la asistencia perfecta de ese municipio de la zona Oeste se dice que Máximo Kirchner y Zabaleta tienen una charla pendiente sobre la continuidad o no del interinato).
Más allá de esas diferencias el objetivo en Morón fue apuntalar el liderazgo de Máximo Kirchner y propiciar un escenario de unidad para su primer mensaje después del atentado, mensaje en el que apuntó a saber quién está detrás del ataque. El clima fue mucho más exitista respecto al 2023 que lo oído en despachos oficiales.
Estuvieron todas las tribus, desde los locales de Nuevo Encuentro al Frente Renovador y al Movimiento Evita cuyas pecheras quedaron visibles y enfocadas por las cámaras de la transmisión bonaerense.
El discurso tuvo como eje central cuestionar a Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. De rebote también a María Eugenia Vidal. “¡Que deje de comportarse como patrón, de abusar del poder que posee en el poder judicial y en los medios, y se siente realmente a discutir cara a cara y si puede enunciar de manera ordenada y comprensible qué idea de país tiene”, apuntó al exPresidente.
La toma de colegios porteños le sirvió para volver a desafiar al jefe de gobierno. “Cuando Macri te maltrate, ahí tenés que pararte”, le pidió en relación a la denuncia e intimación policial contra la protesta de los secundarios que comparó con la dictadura militar.
“A mí me parece que lo que le pasa es que descarga la frustración de bajar tantas veces la mirada ante Macri, que lo maltrata que lo deja sin dignidad y va y se la agarra con los pibes y las pibas que simplemente están buscando ver como encuentran soluciones a los problemas que tienen”, reprochó.
“El ahora tiene una explicación”, arrancó una larga y repetida argumentación sobre el endeudamiento de Mauricio Macri. Después siguió con la pandemia y la guerra para fundamentar lo que falta para dar vuelta la desigual distribución de la riqueza.
Como su madre fue cuidadoso con Massa aún cuando mencionó que la Argentina “fue puesta de rodillas por las cerealeras a las que hubo que generarles otro dólar para que liquiden”. Lo dijo sólo 24 hs después del cierre del plazo para liquidar granos a $200 por dólar y tras el anuncio de Massa sobre el engrose de las reservas en más de US$8000 millones.
Calificó ese dólar como “un privilegio” que comparó con el trato que las protestas del campo por la Resolución 125 o el “feudo” porteño reciben de parte de algunos medios de comunicación.
La culpa de los casi tres años de gobierno sigue siendo de Martín Guzmán. “¡El esfuerzo que hay que hacer después de que el anterior ministro de Economía se rajara como Casildo Herreras. Nos embretó en lugar de discutir con el Fondo”, alzó la voz comparando a Guzmán con el ex jefe de la CGT que dejó el país días antes del golpe del ’76.
RECLAMO POR UN HOSPITAL
En la previa Máximo Kirchner había sido menos benevolente con el Presidente. Siguen sin hablarse y con un proyecto de resolución que presentó en el Congreso le exigió respuestas sobre las obras en el hospital Néstor Kirchner de La Matanza.
En tono casi opositor comparó el freno al funcionamiento pleno del nosocomio con la paralización o suspensión de obras de Mauricio Macri.
“Es la primera vez que un gobierno peronista terminará con una situación social más grave que cuando comenzó” criticó en diálogo con esta periodista Hugo ‘Cachorro’ Godoy de ATE después de negociar una paritaria al 89% de enero a enero que sigue abierta y en revisión.
Sergio Palazzo, de La Bancaria, cerró en 94% y Pablo Moyano, que amagó y luego desmintió un portazo en la CGT, amenazó con salir a la calle si no consigue más del 100% para los camioneros. Por lo pronto, ya logró que el Presidente claudicara y lo invitara a cenar en Olivos después del desaire que sufrió de parte de la mesa chica de la central obrera.