miércoles, 11 de septiembre de 2024

A tres días de publicarse en el Boletín Oficial, la Resolución 9 ha provocado una convulsión política y empresarial que hace mucho no quedaba en evidencia entre Chubut y Mar del Plata. Con una diferencia notoria en el peso específico de los contendientes subidos al ring. Mientras en Patagonia sale el Gobernador y el representante provincial en el Consejo Federal Pesquero, por estas playas apenas el presidente de ALFA.

Por lo bajo la virulencia no pierde fuerza y se retroalimenta entre llamados, audios y grupos de whatsapp que cobran temperatura a niveles no vistos desde el ingreso, con venia presidencial, del “José Américo” a la pesquería.

“Que pescan nuestro langostino, que nos roban el trabajo, que se lo llevan a Mar del Plata”, dicen unos. “Y si nos volvemos; piensen…, esto ya es insalubre”, dicen al sur de Juan B Justo.

Unos se sienten víctimas y otros no quieren calzarse el traje de victimarios mientras las autoridades bonaerenses eligen el silencio.

Lo mejor sería bajar los decibeles, alejarse de los micrófonos, las bravuconadas, de las inexactitudes, sobre todo y enfocare en sacar adelante una temporada donde lo más importante, el recurso, estaría garantizado,

Tan sensibles asoman todos en profundizar una grieta disimulada por la sobreabundancia de estos años, que pareciera que normalizaran lo extraordinario: que una pesquería que hace apenas 16 años aportaba 6 mil toneladas de captura, ahora se sostiene sobre las 200 mil. Y a pesar de todo el esfuerzo, pesquero principalmente, que se puso para disminuir su biomasa.

Esta bonanza permitió atender en este último tiempo demandas salariales exorbitantes que elevaron el costo laboral por las nubes. Desde los 320 pesos por cajón que pidieron algunos capitanes, hasta el 85% que ahora reclama de reajuste el STIA. Ni cerca evolucionaron al mismo ritmo los precios del langostino.

Esa inflación en dólares carcome la rentabilidad de pescadores y frigoríficos. Esa es la verdadera amenaza, el enemigo que pocos visibilizan y que pone en jaque el futuro del negocio. ¿Hasta cuándo es sostenible correr detrás de pretensiones salariales que superan holgadamente una inflación, ya de por sí, desbocada? Nadie se anima a decirlo Y es este escenario que hace de, producir en Chubut una decisión riesgosa a la que hay que sumarle los imponderables de una Provincia que por momentos parece anárquica.

Pero de ahí a los tonos y términos empleados por Adrián Awstin existe un largo trecho.. Sostener que la Resolución 9 es un riesgo laboral para la provincia, o que el gobernador Arcioni diga que vienen por el recurso de Chubut, va a contramano de la realidad y la ley.

Cerca del representante provincial en el CFP aseguran que ya hay empresarios que avisaron que tomarán 250 eventuales menos esta temporada porque se van a reprocesar a Mar del Plata. Que la preocupación no es una pose sino que tiene fundamentos.

Si se agarran del hielo líquido que permite extender el plazo de 72 horas para completar a marea… seamos buenos… no hay barcos fresqueros con esa tecnología; apenas crecen en cuenta gotas los que adosan cintas como puso ahora el “Mercea C”. Y ese langostino mejor cuidado se reprocesará en Chubut, avisó Cicollela.

La extensión de la marea, que no se haya visto reflejado en la nueva regla la postura de prolongar el plazo a 96 horas, incluso hasta 120, molestó a Awstin quien cree que sin cambios la norma no se cumple. “El promedio de marea de toda la flota fresquera fue de 6,3 días el año pasado. Esta cansado de firmar cosas que no se cumplen”, dicen en su entorno.

En Mar del Plata todavía sale sangre de las multas que llovieron el año pasado, entre otras causas, por esta, y aseguran que esa propuesta no implicaba un cambio sustancial en el desarrollo de la pesquería. Que ya estaban facultados para extenderla y eso no conlleva el traslado de la captura masivamente a Mar del Plata.

Los fresqueros marplatenses tienen muchos puntos flacos: son voraces, liquidan buena parte en negro, les cuesta respetar los 17 kilos por cajón y muchos todavía no comprenden la necesidad de cuidar la captura desde que llega a la cubierta, pero no parecen ser los enemigos de Chubut.

Una flota que entrega más de 35 mil toneladas de langostino en puertos provinciales en las últimas zafras y sostiene el trabajo de miles de obreros en las plantas de reproceso en las principales ciudades chubutenses no parece ser el enemigo, como los calificó Awstin.

“Estamos un 27% debajo de la biomasa promedio y un 40% debajo del pico máximo, y no notamos restricciones para hacer sustentable la pesquerìa”, remarcan sus allegados que siguen enojados con el Subsecretario de Pesca. En silencio, claro. Públicamente los enemigos están al sur del Río Colorado.

Acá también mascullan bronca, indignados con el ex Secretario de Pesca que los trató poco menos que de Corsarios. Cuestionan que no reconozca el crecimiento del esfuerzo pesquero de la flota de Rawson, Que no se haga cargo de algunas leyes y resoluciones provinciales a medida, ni de los reemplazos y reformulaciones que ampliaron bodega y suman captura de Provincia y Nación.

Si los fresqueros son enemigos de Chubut que les queda decir a los industriales y obreros del pescado en Mar del Plata, que por estos días vuelven a entran en modo brazos caídos por el cambio de especie objetivo.

¿Entra langostino fresco a Mar del Plata?. Sí, claro, de la mano de empresas importantes como Newsan, Iberconsa, Arbumasa que activan puestos de trabajo locales, en su mayoría desactivados por la falta de merluza.

“Va a entrar muchísimo más, acordate; tal vez no se note tanto este año, pero el próximo será muy evidente y queremos defender el trabajo de los chubutenses”, dicen en despachos oficiales de Chubut

Acá relativizan esos temores. Marcan que el armador independiente ya tiene un vínculo con frigoríficos de Chubut y la calidad de su producto en Mar del Plata depende de una logística que los excede. Lugar para la descarga, camión, ruta… Y sobre todo porque siempre fueron de confiar más de la billetera patagónica que de los propios industriales marplatenses.

Creo que “Chuchi”, ni sus allegados, dicen lo que verdaderamente molesta en Chubut. Al menos a la flota costera de Rawson y desde donde se lo transmitieron horas después de conocida la Resolución 9.

Y es la posibilidad que la nueva norma le otorga a la autoridad de aplicación para que determine el cierre o apertura de áreas de pesca en función de las recomendaciones del INIDEP. Redactado como esta e incluyendo a las hembras impregnadas, en Rawson ven ese artículo como una amenaza.

Fue eso lo que generó, a poco de conocerse los términos de la nueva Resolución, que desde los costeros de Rawson surgiera la propuesta de volver a abrir y pescar en el Golfo como respuesta represalia. Fue una bravuconada que pronto quedó sepultada por el sentido común.

Viendo el despliegue de métodos que aplican en la provincia para hacer sentir incómodos a los enemigos marplatenses –el bloqueo a los camiones en Arroyo Verde fue apenas una muestra que se repitió ayer miércoles en inmediaciones de Puerto Madryn- pienso que, llegado el caso, la pesca de Chubut no dudará en movilizar trabajadores hasta la puerta del INIDEP para presionar por la eyección de sus científicos de aguas provinciales.

Y como si con todo esto no alcanzara ocurrió el accidente mientras descargaban al Coraje en Camarones y tras la muerte del estibador el municipio decretó dos días de duelo, y más tarde asomó el STIA con sus demandas salariales del 85% que terminaron en una medida de fuerza que parecía solucionada ayer por la tarde. Pero con el STIA nunca se sabe

A esta altura de los acontecimientos en Mar del Plata están convencidos de dos cosas: iniciarán una acción penal contra el Gobernador por los bloqueos en la ruta 3 contra los camiones que llevaban langostino fresco pescado en aguas nacionales, y que la Provincia fomenta la carrera de obstáculos en su jurisdicción en este inicio de zafra.

Al cierre de esta columna Chubut vivía la profecía autocumplida. Por los dos días de asueto en plena temporada, los bloqueos que brotan al norte y al sur de la Ruta 3, las inspecciones sorpresas de Pesca Provincia, muchos barcos fresqueros se alejaban de sus costas. Algunos estaban volviendo a descargar a Mar del Plata y otros elegían Caleta Paula. En ese grupo estaba el “Golfo San Matías”, que a partir de los acontecimientos en Camarones vendió el langostino fresco para que lo reprocesen en las tierras de Charly

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