miércoles, 11 de diciembre de 2024

La oposición consiguió este miércoles en Diputados una mayoría para aprobar el sistema de boleta única, luego de estirar cuatro horas el inicio a la espera que lleguen vuelos y viajes terrestres demorados por la niebla.

A las 14.30, con la media hora de tolerancia justa que establece el reglamento, el mendocino del PRO Omar de Marchi, a cargo de la sesión por el viaje de Sergio Massa a Los Ángeles, abrió el debate por encontrarse 129 diputados en sus bancas, lo mínimo para el quórum.

No sobró nada, porque a la ausencia del jefe de la UCR Mario Negri, por Covid 19, se sumó la decisión de no acompañar del neuquino Rolando Figueroa y Romina del Plá, de la izquierda. Ambos habían colaborado con la votación que hace un mes permitió abrir el debate en comisiones, pero cambiaron de idea.

Los llamados de Eduardo “Wado” De Pedro fueron clave para torcer al representante del movimiento popular neuquino. Pero por si faltara un problema, la liberal Victoria Villarruel, compañera de Javier Milei, llegó tarde y así la sesión comenzó con 129 y no sobró nada.

Los llamados claves los hicieron hasta el mediodía la radical Karina Banfi, quien reemplaza a Mario Negri en la jefatura del bloque; y los PRO Cristian Ritondo y Silvia Lospennato. También fue clave la gestión de Emilio Monzó.

Este martes le pidieron a sus dirigidos viajar por tierra y cuando supieron que no llegarían a tiempo pospusieron 4 horas la sesión. Recién al mediodía estuvieron seguros de llegar al quórum.

De Marchi lideró la reunión de labor parlamentaria y pidió acotar a lo mínimo los oradores: 20 por bloque, para no votar más allá de las 21 horas. Ningún opositor debería levantarse de su silla.

La boleta única fue defendida por el radical Miguel Nanni y el peronista disidente Florencio Randazzo, uno de los impulsores de la ley.

“Esta es una discusión que el mundo saldó, porque el 90% del mundo vota así. El actual sistema habilita a que le Estado baje su costo: hoy tiene que imprimir un padrón por cada lista y 2 y medio en las generales. En 2021 el Estado pagó 1000 millones de boletas y la ciudadanía usó 47. El 95% se desperdició”, sostuvo Nanni.

Randazzo recordó que en 2003 intentó aprobar la boleta electrónica en Nación y provincia y sólo lo logró para los extranjeros. “Si bien es cierto que el sistema actual es viable. No lo es menos que hay robo de boletas”, se defendió.

El rechazo del oficialismo lo justificó el pampeano Hernán Pérez Araujo. “En 2021 hubo 37 mil fiscales anotados y ninguna denuncia de robo boletas. Este sistema agrava la lista sábana, porque quita de las nóminas a 4 provincias que es el 60% de la población. ¿Nos hablan de proscripción? Los peronistas estuvimos 18 años proscriptos”.

 

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