La historia del nacimiento de la estancia “La Luisita”, tendida sobre la margen oeste del lago Blanco, es una de las más conflictivas y trágicas de la región. El espacio de la actual estancia “La Luisita” en un principio estuvo ocupada por cinco colonos, y albergó a la desaparecida estancia “Chalingueneu”. En el lapso de cuatro años, no quedaría ninguno de ellos.
Uno de los primeros colonos en radicarse en lo que sería la estancia “La Luisita”, fueron el argentino Salvador Villalba y el austríaco Gustavo Kaminski, los que se establecieron en 1911 con un comercio de ramos generales y ganado lanar en el centro de la margen oeste del Lago Blanco.
En febrero de 1916, el escocés Angus Mac Leod, de 29 años de edad, le compró 2600 lanares a Villalba, y Estanislao Pereyra un rancho de madera erigido en la desembocadura de un cañadón situado a unos 2.000 metros al norte del boliche de Villalba. Mac Leod demolió el rancho de madera para erigir lo que sería el casco de su estancia, a la que llamó “Chalingueneu”. En total, Mac Leod ocupó un espacio de dos leguas. Para 1919 poseía 4900 lanares y 37 caballos de trabajo, una vivienda de cuatro habitaciones, depósito, gallinero, huerta, corral para caballos, dos para lanares y dos puestos de chapa situados al norte del campo.
En julio de 1916, el inglés Donald Sutherland tomó posesión a nombre del holandés Carlos Ferzenaar, de una vivienda situada en la costa de la margen sudoeste del Lago Blanco, la que había pertenecido al chileno Florindo Orellana (hasta 1912), y luego a Ladislao Csopey. Este último, en un principio acusó a Ferzenaar ante la Dirección de Tierras por usurparle el campo, pero finalmente se lo vendió en octubre de 1916. Carlos Ferzenaar era el gerente de la sucursal de la Sociedad Anónima Exportadora e Importadora en Comodoro Rivadavia, y actuaba como apoderado de Alfonso Menéndez Behety. Es decir que Ferzenaar hacía figurar su nombre en beneficio de otra persona.
En marzo de 1917, el boliche de Salvador Villalba fue asaltado e incendiado. Kaminski, el socio de Villalba, y tres clientes murieron asesinados. Villalba se salvó porque no se encontraba presente. La tierra que ocupaba Villalba pasó a integrar la propiedad de Ferzenaar. Nunca se supo quienes fueron los asesinos.
En abril de 1917, Ferzennar tendió un alambrado e introdujo ganado lanar en la parte oeste del campo que ocupaba en escocés Mac Leod. Contiguo a ese alambrado, también en tierras de Mac Leod, se estableció con ganado el chileno Herminio Reyes, quien era empleado de Ferzenaar. El mismo año, Ferzenaar en el ángulo noroeste del campo que ocupaba Mac Leod, tendió otro alambrado. Uno de los puestos de Mac Leod quedó dentro del espacio usurpado. Mac Leod viajó a Buenos Aires para resolver en persona. Finalmente consiguió que se realizara el desalojo pero la orden no se cumplió.
Mac Leod murió asesinado en 1920 cerca de río Guenguel, cuando regresaba de un viaje a Comodoro Rivadavia junto con otras tres personas. El hecho tuvo gran repercusión y fue conocido como “La tranquera de los muertos”. Nunca se supo quienes fueron los asesinos.
En cuando al chileno Herminio Reyes, que se había asentado al norte del campo de Mac Leod, fue detenido en 1919 por asesinar a un vecino. En el campo que había ocupado, reyes pastoreaba ganado de Alfonso Menéndez Behety.
Finalmente, con Mac Leod muerto, el boliche de Salvador Villalba destruido y Reyes detenido en Rawson, toda la margen oeste del Lago Blanco pasó a ser propiedad de Ferzenaar, es decir de Alfonso Menéndez Behety. De ese modo quedó conformada la “Estancia La Luisita”.
Texto del libro “El Viejo Oeste de la Patagonia”, de Alejandro Aguado