El extenso valle del Chubut está poblado desde la costa hasta unos 75 kilómetros hacia el interior en dirección al oeste. Sus suelos consisten en una tierra gredosa mezclada con arena, con contenidos de caliza y arcilla, de aspecto gris blancuzco y en algunas partes incluso blanco puro. Esos se han originados principalmente a partir de masas de tosca erosionadas y desmenuzadas en pequeñas partículas, en las inmediaciones de las orillas del río. Esa tosca se manifiesta ampliamente a lo largo de las riberas en las paredes, con estratos de hasta 30 metros de grosor, a menudo conteniendo yeso, más precisamente yeso fibroso o yeso nodular.
Estando seco, este suelo es bastante duro e impermeable para el agua. Recién al trabajarlo, es decir mullirlo, el agua logra penetrarlo y se hace evidente la maravillosa fertilidad de esta tierra irrigada. Especialmente el trigo crece de manera formidable.
En muchas partes de las zonas ribereñas del río Chico había visto suelos similares, en especial aquellos lugares donde el cañadón no se hace demasiado estrecho y donde no hay presencia excesiva de roqueríos y piedras. Lo mismo vale para el lago Colhuapi y en Colonia Sarmiento. Pero tal como ya lo había mencionado, esos suelos resultan casi sin valor si no se irrigan. Con un adecuado sistema de riego sin embargo podrían, por ejemplo en Colonia Sarmiento, cultivarse unas 50 a 100 hectáreas de cada lote de 625 has, con trigo o alfalfa. Por las orillas del río Senguerr, al menos en algunas partes, los suelos son muy parecidos. A eso se suma el Gennoa, es decir en Colonia General San Martín y finalmente en la colonia 16 de Octubre. En esta última ya se está cultivando el trigo con buenos resultados. Lo que sin embargo pesa en contra de todos esos lugares del interior del Chubut, y lo que en definitiva hace que la agricultura por ahora sea prácticamente inviable, es el hecho de que sus vías de comunicación con los mercados del exterior sean demasiado dificultosas. Todo dependerá de la construcción de una línea de ferrocarriles, del tipo que sea. Sin líneas de trenes u otras vías de comunicación hacia la costa, todo el interior del Chubut permanecerá aislado e imposibilitado para comercializar su producción. Quien lograra tener una línea de trenes -y no se puede sino repetir con la suficiente asiduidad- podrá reclamar todas las riquezas naturales de este territorio.
El clima del valle inferior del Chubut es templado y bien soportable para el europeo. Las observaciones llevadas a cabo en Rawson sobre la costa del Atlántico (65° 5′ longitud oeste y 43° 17′ latitud sur) han arrojado un resultado bastante favorable. Las temperaturas medias, calculadas en base a los promedios de los años 1880-85 y 1898-1900 fueron:
Enero 21,04 grados centígrados
Febrero 20,11 “ “
Marzo 17,48 “ “
Abril 12,28 “ “
Mayo 8,74 “ “
Junio 5,25 “ “
Julio 6,10 “ “
Agosto 6,90 “ “
Septiembre 10,58 “ “
Octubre 14,13 “ “
Noviembre 17,12 “ “
Diciembre 19,46 “ “
Lo que da una temperatura media de 13,26 grados C para este lugar, pero no para la totalidad del Territorio del Chubut, como suele divulgarse falsamente, por desconocimiento de las condiciones de esta región.
Las temperaturas máximas en ese mismo período eran en los meses:
Noviembre 30,0 grados centígrados
Diciembre 36,2 “ “
Enero 39,0 “ “
Febrero 38,0 “ “
Marzo 35,0 “ “
y las mínimas eran de los meses:
Mayo -6,0 grados centígrados
Junio -9,0 “ “
Julio -10,2 “ “
Agosto -9,0 “ “
El promedio de la temperatura más alta de los años en mención fue 39 grados C, el más bajo -10,2 grados C.
La media de precipitaciones del promedio de los años 1880-88 y 1896-1900 fue la siguiente:
Enero 12,6 mm
Febrero 15,6 mm
Marzo 27,9 mm
Abril 14,7 mm
Mayo 25,0 mm
Junio 33,8 mm
Julio 11,7 mm
Agosto 28,1 mm
Septiembre 18,1 mm
Octubre 9,9 mm
Noviembre 21,2 mm
Diciembre 21,5 mm
Fragmento de libro “Chubut a caballo por la cordillera y pampa de la Patagonia central”, de Wilhelm Vallentin. El autor nació en Prusia en 1862, estudió en Berlín Ciencias del Estado, carrera enfocada en ciencias políticas, económicas, derecho, administración y sociología. Se doctoró en 1892