viernes, 11 de octubre de 2024

“Tienda La Confianza, donde todo dinero alcanza”

En el año 2000 cerró sus puertas de forma definitiva una antigua y tradicional tienda de Madryn.  Se trataba de “La Confianza”, ubicada en Roque Sáenz Peña 346, siendo su propietario el vecino Antonio Seleme.

Todo comienza allá por la década del 20, cuando arriba al puerto de Buenos Aires un joven matrimonio procedente del Líbano, que como tantos otros venían en busca de un porvenir que tal vez en su país les era esquivo. Estamos hablando de Elías Seleme y Malvina Kady. Don Elías tenía en Argentina un tío Que estaba radicado en Maquinchao, actual provincia de Rio Negro, en la parte llamada la Línea Sur. Y es por ello que el matrimonio no permanece en Buenos Aires, sino que viaja a Maquinchao, donde trabajan con ese tío.

Pero en 1928 deciden probar suerte en otro lugar y eligen Puerto Madryn, un pequeño pueblo por aquel entonces. Don Elías comenzó su actividad comercial no estableciendo un negocio fijo sino llevando el negocio al lugar donde los pobladores lo necesitaban. Con un atado de ropa al hombro y una valija en cada una de sus manos recorría el pueblo y sus adyacencias ofreciendo ropa, alpargatas y todos los enseres que las dueñas de casa necesitaban ahorrándoles así tener que desplazarse hasta el “centro”.

Ya en 1930 extiende su radio de acción de su comercio ambulante, que era conocido entonces como de “mercachifleo”. Hacia las zonas rurales que rodean al pueblo, su primer viaje lo hizo a bordo de un Ford T cuyo propietario, el vecino Juan Acosta, yuvo la gentileza de llevarlo. Con su Ford t siguió recorriendo la zona llegando a Península Valdés y también hasta la zona circundante a Telsen. Sus clientes eran principalmente puesteros de los campos, y no era de extrañar que, como era habitual en aquel entonces, sus ventas fuesen “al fiado y a pagar a fin de año”, cuando se hacía la liquidación de las cosechas laneras, costumbre que se extendió en el tiempo en nuestra ciudad y zona de influencia hasta que las inflaciones volvieron imposible mantener este uso y costumbre.

 Entre sus ofertas no debemos olvidar las tradicionales bombachas de campo, las alpargatas con suela de yute y la ropa interior de frisa, especialmente los calzoncillos largos para los trabajadores del campo… y algunos más.

En 1936 abre su negocio “La Confianza” en el pueblo, el mismo estaba ubicado en la calle 28 de Julio 62, justo al lado de la vieja oficina telefónica. Era un negocio familiar pues junto a él estaban su esposa Malvina y su hija Ema. Más tarde, con el correr de los años, se incorporó su hijo Antonio. Pero a pesar de haber “fijado residencia”, Don Elías seguía recorriendo la campaña En viajes que le insumían de 6 a 7 días, habiendo incorporado para ese entonces a Arroyo Verde. Él viajaba tranquilo, las mujeres de la casa cuidaban el negocio familiar. Y así, mes tras mes nada lo arredraba: ni el viento, ni la lluvia, ni el frío. En “La Confianza” uno entraba y encontraba a su derecha un amplio mostrador con las correspondientes estanterías detrás, y en el frente de su puerta un cómodo sillón donde Doña Malvina, sentada, controlaba el movimiento de la tienda.

Con el correr de los años Don Elías se enfermó y ya no pudo cumplir con su obligación, entonces lo reemplazó su hijo Antonio, mientras Ema atendía la tienda. El negocio había prosperado y ya eran 3 atados enormes de ropa y 4 valijas que llevaban en una pequeña camioneta fuerte para resistir los caminos de tierra de aquella época. Antonio recuerda hoy que conoció en aquel entonces a todas las familias que vivían en los campos y a los puesteros, numerosos por ciertos de la estancia “La Corona”, del ingeniero Emilio Ferro, en aquel entonces la más grande e importante de la zona.

Por Antonio Seleme y Ester “Tutuca” Patané, para el libro “Cuadernos de Historia Patagónica”, del Centro de Estudios Históricos y Sociales Puerto Madryn

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