lunes, 4 de noviembre de 2024

La Escuela 356 de Almafuerte II en Neuquén inició una colecta para ayudar a los alumnos que asisten al colegio. Muchos concurren con hambre y el último temporal de viento y lluvia agravó la situación de las familias que viven en este sector del oeste capitalino. “Todo el tiempo estamos viendo cómo vienen de la casa. Después del fin de semana es saludarlos y preguntarles si comieron”, expresó Claudia Tardugno, directora de la institución. Desde el Gobierno afirmaron que se envían al colegio los fondos necesarios para refrigerio.

El colegio tiene una matrícula de 400 alumnos. Gran parte de los que asisten viven en casillas. Algunos provienen de otros lugares, como Paraguay, o de otras provincias de Argentina.

Por las necesidades de la comunidad educativa, desde el colegio se inició una campaña para juntar abrigos, medias ,zapatillas, alimentos perecederos, colchones, frazadas y chapas. “El viento les voló el techo y la lluvia les mojó colchones y sábanas”, relató Claudia Tardugno.

“La realidad es que los chicos vienen con hambre. El fin de semana están en la casa y cuando vienen los lunes, nos dicen que no tuvieron para comer”, describió sobre la situación de gran parte del alumnado.

Explicó que por el panorama, antes de “ponernos a enseñar que es nuestra función pedagógica, lamentablemente no podemos arrancar con eso, porque tenemos que solucionar lo anterior que es el niño con hambre, el niño que viene mojado”.

También hay casos en que los chicos tienen dificultades para poder llegar “por las distancias”.

Dijo que ocurrió que los chicos han vomitado y “vemos que no tienen nada en la panza. Llamamos a las familias, y nos dicen que no desayunaron, no comieron, porque no había”.

Contó que los “días felices para los chicos” son los miércoles que hay gelatina y los viernes que se preparan pizzas.

La directora indicó que la partida que reciben desde el Gobierno es de 66 pesos por día por niño para su alimentación. “Se hacen malabares todos los días. No podemos no darle pan todos los días y tiene que ir acompañado por un dulce, por queso, con algo, porque es su comida del día más allá de la leche”, dijo.

Señaló que salen “a buscar precios” con su propia movilidad y es algo que le resta tiempo “en lo pedagógico y en llevar la enseñanza que se necesita tanto, pero un niño con hambre no aprende”.

Por todo esto, remarcó que es importante que los horarios del refrigerio se cumplan .”No nos podemos dar ni el lujo de retrasar los horarios. En eso los auxiliares son muy conscientes y acompañan un montón”, expresó Tardugno.

Como colectivo docente se organizaron para ayudar. A través de Whatsapp se van avisando qué puede aportar cada uno para ir respondiendo a las necesidades. “Buscamos las zapatillas de nuestros hijos, parientes. Tenemos un ropero que lo manejan las seños de Educación Física. Hemos recibido donaciones, Pero no alcanza, porque cada vez está más crítica la situación”, contó.

«Hay primero que asegurarse que las infancias estén contenidas», observó una maestra
“Son situaciones muy complejas en ambos turnos. En la mañana nos pasa mucho que en primer grado se descomponen y le duele la panza. Los lunes son los días que más llamamos a las familias para avisarles”, contó Lucia Abrego, maestra de primero y segundo grado.

Relató que por día más de un alumno le dice: “Seño, tengo hambre”, lamentó. “Cuando llega el carrito con pan es una desesperación que le agarra”, añadió.

La situación ven “que cada vez se agrava más”. Marcó que les pasa que vienen con una planificación “pero la realidad es otra, y hay primero que asegurarse que las infancias estén sostenidas o un poco albergadas, para poder recién ahí enseñarles. Con hambre, es muy difícil que aprendan”.

Observó que el temporal de viento y lluvia afectó a muchas de las familias que asisten al colegio. ”Hay testimonios de nenes de siete años que te dicen que durmieron cuatro en un cama y que no pudieron descansar, Y llegan a la escuela , y después de la leche se quedan dormidos”.

Alumnos con hambre: qué dijeron desde Educación
La subsecretaria de Gestión Administrativa del Ministerio de Gobierno y Educación y el CPE, Pilar Corbellini, aseguró que la Escuela 356 “tiene un esquema de refrigerio por el cual se envían mensualmente $510.000 para la preparación de alimentos; además recibió un refuerzo anual -correspondiente a un acuerdo con Nación- de $737.528, de los cuales 2 ya han sido transferidos a la escuela, resta aún la rendición correspondiente por parte de la institución”.

Corbellini destacó que “por este acuerdo de refuerzo alimentario con Nación la Provincia recibió $251 millones este año y, a partir de gestiones del ministro Osvaldo Llancafilo, en 2024 ese monto ascenderá a 1000 millones de pesos”.

«Está claro que hay situaciones sociales muy complejas que llegan a la escuela y tanto directivos como docentes tratan de ayudar pero también es cierto que es imposible que los establecimientos puedan suplir todas las necesidades y la problemática de las familias. Las partidas tienen una finalidad y es atender el refrigerio, los mecanismos administrativos funcionan diariamente y también los valores se han actualizado» agregó.

Respecto a lo expresado públicamente, la subsecretaria dijo que “existen a través de los distritos escolares mecanismos establecidos para que los equipos directivos se comuniquen de manera inmediata en caso de necesitar refuerzos para compra de alimentos, sin embargo, no hemos recibido trámites de parte de este establecimiento; por ello la Dirección de Nivel tomó contacto con la institución”.

Corbellini sumó que este año, incluido el mes de diciembre, «se habrán destinado 2.400 millones de pesos para comedor y refrigerio, a lo que se suman 580 millones más para gastos generales y materiales”.

Finalizó señalando que “a raíz del impacto de la inflación, en lo que va del año hemos aumentado de forma acumulada un 247% el monto para compra de insumos para preparación de alimentos”.

Fuente: Diario de Río Negro

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