El gobierno provincial licitó la semana pasada la culminación de autovía entre Trelew y Puerto Madryn, buscando concretar una obra clave para la región, que fue anunciada en 2006 y a lo largo de estos no ha podido concluirse, convirtiéndose en uno de los casos emblema de corrupción del país.
La construcción de la “doble trocha” fue anunciada en 2006 por el entonces gobernador Mario Das Neves y en seguida apareció la primera polémica: la licitación de ese año por $ 160 millones se declaró “fracasada por precios excesivos”. El gobierno provincial denunció sobreprecios por al menos $12 millones.
Un año después, el gobierno nacional licitaría la obra, esta vez por un valor de $ 308 millones. La empresa adjudicataria fue Kank y Costilla, del empresario Lázaro Báez, muy cercano al kirchnerismo. En los siguientes 4 años la obra avanzaría casi el 60 por ciento, por los que el Estado abonó unos $800 millones, más del doble de lo que estaba estipulado.
A finales de 2011 asumió la gobernación Martín Buzzi y propuso que el tramo pendiente se dividiera en distintas etapas, pero la convocatoria a empresas constructoras quedó desierta por lo que la obra continuó en manos de Kank y Costilla. A pesar de estar muy lejos de terminarse, en agosto de 2012 la entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner decidió inaugurarla mediante teleconferencia.
“Nada más nos faltan 20 kilómetros para terminar esta autovía que soñó Néstor Kirchner cuando era presidente”, afirmó y adelantó que la obra estaría terminada en los primeros meses de 2014, para lo que preveía una inversión de $ 561.756.528.
En 2015, durante la presidencia de Mauricio Macri, se cayó el contrato con la firma de Lázaro Báez, quien en 2016 iría preso por lavado de activos. En nuestra provincia, Das Neves había vuelto a la gobernación, el proyecto se dividió en tres tramos y se hizo la convocatoria para concretar los dos primeros. Pero una vez más, los procesos no concluyeron con éxito.
En marzo de 2017 se retomó la idea de avanzar con la obra y se anunció, con un acto sobre la ruta entre el gobernador y el entonces titular de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, que el proyecto finalmente sería terminado.
Se realizó una nueva licitación y se la adjudicó a la constructora española Corsan Corviam. Meses después, el gobernador Das Neves falleció y más tarde se supo que la adjudicataria había entrado en concurso de acreedores y una vez más, el proyecto se cayó. El contrato firmado había sido por $580 millones.
Luego de ese nuevo traspié, la obra pasó a una empresa nacional pero prácticamente no avanzo. En 2020, luego de la asunción de Alberto Fernández a la presidencia, fue adjudicada a una UTE de tres empresas chubutenses.
Además, se anticipó que se iba a continuar con la construcción de la duplicación de calzada en el sentido Sur-Norte, entre los kilómetros 1.410 y 1.424.
En invierno los trabajos se cortaron, por el frío, la constructora Rigel echó a unos 20 trabajadores y se inició un conflicto gremial que demoró los pocos avances que mostraba la obra.
El último anunció de conclusión lo hizo Mariano Arcioni en abril de 2022, durante una recorrida por la obra anticipó que “en septiembre va a estar inaugurada en su totalidad”. Como casi todas las promesas del exgobernador, el anunció cayó en saco roto y la construcción de la autovía no se concluyó.
En febrero de 2023, Vialidad Nacional informó la finalización de la construcción de la rotonda de acceso Norte a Puerto Madryn, en el cruce de la ruta 3 con la ruta A010 y la ruta provincial 4, tareas a cargo de la empresa Rigel S.A.
En julio de este año, durante los festejos de aniversario de Puerto Madryn, Torres afirmó que contaba con un plan de trabajo y se comprometió a finalizarla a pesar del recorte de fondo del Gobierno Nacional.
Para terminar la doble vía Trelew Puerto Madryn, hoy paralizada por el ajuste del gasto público de la administración central, se necesitará de una inversión superior a los $ 17.000 millones, que serán íntegramente financiados con fondos provinciales a partir del convenio de compensación de deuda que el gobernador firmó con el Gobierno Nacional.
Pasaron 18 años, diferentes gestiones y varias empresas que no terminaron la doble trocha a pesar de que el Estado pagó más de 5 veces el valor de la obra. Además del dinero de los contribuyentes, el costo más importante de todos estos años son las vidas que se perdieron en numerosísimos accidentes de tránsito ocurridos por las malas condiciones de la ruta, la falta de señalización y de medidas de seguridad.
Hasta aquí, el gobierno actual avanzó en la concreción de la obra en los tiempos estipulados en el cronograma que había anunciado. Todavía falta mucho pero después de tantos años de anuncios y promesas incumplidas, es alentador que una gestión avance con pasos firmes y con actos concretos. En 14 meses, plazo de finalización de la obra, sabremos si Torres cumplió con lo que prometió.