El licenciando en historia Horacio Ibarra hizo un repaso de hechos e historias recientes de nuestra vida política y cultural vinculadas con el Hotel Touring. Esto lo reflejó así: “En él se alojaron los familiares de los militares sublevados contra el gobierno de Perón en 1952, y que tras el fracaso del levantamiento fueron encarcelados en la prisión de Rawson.
Los presidentes constitucionales y de facto Frondizi, Illia, Onganía y Lanusse también pasaron por allí.
También alojó a los familiares y abogados de los presos políticos, confinados en Rawson durante la Revolución Argentina, del ’70 al ’73, y en su confitería ofrecieron una conferencia de prensa los tres sobrevivientes de la masacre del 22 de agosto de 1972, en la Base Almirante Zar, al cumplirse un año de la misma. Sobre una de sus mesas, en una servilleta de papel se esbozó, a mediados de los 60, un croquis de lo que habría de ser la presa de Futaleufú, que alimentaría años después la planta de Aluar en Puerto Madryn y el desarrollo industrial de la zona.
Las citas y reuniones políticas han sido y son cotidianas: más de una fórmula de gobierno provincial se gestó allí, y también acuerdos y fracturas, encuentros y desencuentros.

Desde el comienzo de la vida universitaria en Trelew, hace treinta años, el hotel ha sido alojamiento de profesores viajeros y de conferencistas y académicos invitados, y la confitería ha funcionado como un anexo informal de la universidad, en el que se programan cursos, se evacuan consultas o simplemente se estudia. En alguna emergencia, en su comedor, que ha sido cerrado hace tres años pero que se conserva sin cambios se han constituido mesas de examen. Escritores, plásticos, intelectuales y bohemios lo tienen por lugar de recalada, y últimamente, habiendo sido incluido en algunas guías turísticas extranjeras, constituye también una visita obligada para los turistas.
Al decir del exintendente de Trelew Gustavo Di Benedetto: “El Touring fue un lugar de decisiones dado que en la época que no funcionaba las instituciones, funcionaba el pueblo, porque las reuniones que se hacían allí, estaban marcando la necesidad que tenía el vecino de Trelew de expresarse y de seguir transmitiendo su voluntad de salir adelante. (…) Fue el primer hotel que albergó, en la década del ’70, a los empresarios que empezaron a forjar el parque industrial de nuestra ciudad. Es el hotel que albergó a muchísimos estudiantes, pero estoy seguro que de aquí han salido gobernadores, intendentes y concejales….”
Por su confitería pasaron miles de personas y romances entre clientes, que dieron lugar a la conformación de varias familias de Trelew y localidades vecinas.
También la confitería fue mudo testigo del nacimiento de grandes proyectos, que en su momento parecían una locura y hoy son una realidad, como la construcción del dique Ameghino y la empresa ALUAR de Puerto Madryn, entre otras.
Fragmento del libro “El living de Trelew”, de Diego Dante Gatica