Jefe de las tribus moluches o “arribanas”, establecidas en la falda oriental de la cordillera de los Andes en 1870. Quilapán profesaba un odio inextinguible a Chile.
Parece ser que antes de morir su padre el cacique Mañil, al entregarle el mando de las tribus, le exigió que jurara que nunca se sometería a las autoridades chilenas, promesa que cumplió y por lo cual mantuvo una constante lucha contra el gobierno chileno.
Este mismo aborigen aparece en una carta que le envía Bernardo Namuncurá -secretario de Calfucurá- a Álvaro Barros en Abril de 1869 con motivo del reciente poblamiento de Choele Choel por parte de las fuerzas militares argentinas: “Y también me dice mi general le dé a saber a usted las peleas con los cristianos chilenos. El cacique Quilapán y el cacique Calfú Coi, Marihual y Calfuén han peleado cinco veces y han derrotado cuatro fortines, Gualeguaicó, Pecosquén, Rinaico, y Marfen, y en toda la pelea se cuenta 630 muertos de los cristianos (…) y (…) le han prometido al cacique Quilapán de hacer el tratado con el gobierno chileno, pero él quiere primero venir a pelear en esta parte de la Argentina y quiere venir a colocarse entre los ranqueles con 3.000 lanzas dejando 5 más en Collico (…)”.