A poco más de dos meses de asumir por disposición del Juzgado Federal de Rawson, el interventor Juan Manuel Ibáñez ofreció un duro diagnóstico sobre la situación de la Cooperativa de Servicios Públicos de la capital provincial: deudas millonarias, tarifas desactualizadas, falta de inversión, y la prestación de servicios deficitarios en loteos irregulares son parte del panorama crítico que expuso el funcionario judicial.
“Nos encontramos con una entidad fuertemente endeudada”, resumió Ibáñez al detallar que la cooperativa arrastra un déficit operativo mensual crónico, en el que lo que se recauda no alcanza para cubrir los costos de prestación. Ese desfasaje se convierte mes a mes en deuda acumulada, fundamentalmente con CAMMESA, el municipio de Rawson y la provincia, a través del no pago de tasas como la Ley 1098 o la tasa GIRSU.
Ibáñez aseguró que hace “ocho o nueve años” que la cooperativa no paga la energía que consume, y que por esa razón ha dejado también de cumplir con otras obligaciones fiscales y de inversión. “A causa del déficit mensual crónico, hoy las obras que la cooperativa puede encarar son solamente de mantenimiento o para resolver emergencias puntuales”, lamentó.
Tarifas congeladas y servicios inviables
Uno de los puntos más sensibles de la gestión es el desfasaje tarifario. Ibáñez detalló que el Valor Agregado de Distribución (VAD) en Rawson es de apenas 6 pesos por kilowatt/hora, el más bajo del país, incluso siete u ocho veces menor al de otras cooperativas similares. “No pasa por el filtro de la razón pensar que con esa tarifa se puede prestar un servicio de calidad”, advirtió.
A modo de ejemplo, mencionó que el servicio de agua potable cuesta a los usuarios unos 2.400 pesos mensuales, y el de cloacas, unos 1.700 pesos. “Con esos montos, el sistema no se puede sostener”, señaló.
Dolavon: deudora crónica y sin contrato de concesión
Otro frente complejo es el de la Cooperativa de Dolavon, que no paga la energía desde hace años y representa el 17% del consumo total. “Estamos trabajando en cuantificar la deuda exacta y en acordar un corte para que comiencen a pagar lo que consumen”, explicó Ibáñez. También anticipó que existe voluntad de parte de Dolavon de independizarse de la facturación de Rawson, aunque no cuenta con un contrato de concesión municipal, lo que complejiza la escisión.
Dolavon: deudora crónica y sin contrato de concesión
Otro frente complejo es el de la Cooperativa de Dolavon, que no paga la energía desde hace años y representa el 17% del consumo total. “Estamos trabajando en cuantificar la deuda exacta y en acordar un corte para que comiencen a pagar lo que consumen”, explicó Ibáñez. También anticipó que existe voluntad de parte de Dolavon de independizarse de la facturación de Rawson, aunque no cuenta con un contrato de concesión municipal, lo que complejiza la escisión.
Loteos sin red y camiones cisterna
La situación se agrava en sectores como Chacra 8, ex IAC y los 711 lotes, donde no hay infraestructura para agua potable y la cooperativa debe trasladarla en camiones. “En muchos casos ni siquiera hay facturación activa, y en otros directamente no se paga”, dijo. Incluso en terrenos usurpados, como reconoció que ocurre con Chacra 8, la entidad está obligada a seguir prestando el servicio. “Pero cada litro de agua que se lleva en camión tiene un costo que sigue engrosando el rojo operativo”, afirmó.
Sin polémicas, pero con urgencia
Ibáñez subrayó que su intervención busca evitar polémicas y trabajar con datos objetivos. “Queremos recuperar sustentabilidad sin afectar a los usuarios, pero la realidad es que la cooperativa no puede seguir así”, concluyó.
Nota elaborada en base a declaraciones al programa Redacción 20 de LU20