El presidente de la Federación de Sociedades Rurales, Osvaldo Luján, advirtió que el gobierno de Javier Milei avanza con la idea de levantar la barrera sanitaria que impide el ingreso de carne con hueso desde el norte del país hacia la región patagónica, pese a los reiterados reclamos de productores y autoridades provinciales.
La advertencia fue realizada tras una reunión convocada por el gobierno nacional en Buenos Aires, donde participaron referentes de las entidades rurales patagónicas. El encuentro, que se dio en el marco del proceso de revisión de la Resolución 180/2024, dejó más incertidumbres que certezas, según expresó Luján. “La conclusión es que se mantiene lamentablemente la incertidumbre sobre la situación. El 16 de junio vencen los 90 días de tregua y hasta ahora no hay una definición clara”, sostuvo.
La barrera sanitaria ha sido una herramienta clave en los últimos 20 años para sostener el estatus sanitario de la Patagonia como “zona libre de fiebre aftosa sin vacunación”, lo que permite exportar carne ovina y bovina a mercados exigentes como la Unión Europea y Chile. Productores temen que el levantamiento de esta protección derive en la pérdida de esos mercados y un retroceso económico y sanitario para la región.
Según Luján, durante el encuentro los representantes patagónicos insistieron en la necesidad de preservar el estatus diferencial de la región. “Expusimos todos nuestros fundamentos técnicos y sanitarios, incluyendo el impacto económico, social y productivo. Pero parece que la decisión ya está tomada”, alertó.
Uno de los puntos más conflictivos es la posible habilitación del ingreso de carne con “hueso plano”, es decir, cortes como el asado. “Eso sigue siendo el punto central de oposición. El comercio mundial exige zonas libres de aftosa sin vacunación. Ir en contra de eso es perder mercados que tardamos décadas en consolidar”, explicó Luján, quien destacó que más del 50% de los frigoríficos exportadores de ovino adulto se verían directamente perjudicados.
En la región, la reconversión productiva ha sido significativa. “En Río Negro, por ejemplo, pasamos de 3.000 a casi 30.000 hectáreas de alfalfa. Hay más de 50 cabañas ovinas compitiendo en calidad a nivel nacional. Todo ese esfuerzo está en riesgo”, afirmó.
El dirigente también señaló que la excusa de reducir precios con el ingreso de carne del norte no se sostiene. “Hoy el 70% de la carne que se consume en la Patagonia viene del norte sin hueso, y el precio es similar al de la faena local. No hay garantía de que esto beneficie al consumidor”, dijo.
Ante la falta de respuestas concretas del gobierno nacional, las entidades rurales ya evalúan escalar el reclamo al plano político. “Ya no alcanza con los fundamentos técnicos. Necesitamos el respaldo político de los gobernadores y los ministros de producción para frenar esto”, concluyó Luján.