Habiendo actuado como topógrafo en la zona de Caleta Olivia por 1960, tres décadas después, sus aficiones se habían orientado a la pintura de cuadros, mientras sus recuerdos volvían insistentemente a la gran obra encarada en la ciudad mencionada, por 1968: el monumento al obrero patagónico, más conocido con el nombre de El Gorosito. En 1958, cuando surgió la idea de erigir un monumento al obrero petrolero y a su familia, se le encargó la tarea al escultor Pablo Daniel Sánchez y al joven topógrafo de YPF para estudiar la factibilidad de la ejecución técnica. Cifuentes tenía 22 años de edad.
El proyecto fue rechazado, pero resurgió años después, cuando era intendente de Caleta Olivia Gerardo H. Valenzuela. Se interesaron, además, las autoridades provinciales y las de YPF.
El escritor Carlos Reynoso -caletense y ex-petrolero- relata con detalles el encadenamiento de problemas que debió afrontar Cifuentes hasta el día en que se inauguró parte de la obra -hasta los pantalones- del imponente monumento, en medio de la desidia popular y del pánico oficial por el fracaso.
El 13/12/1968 se inauguró la obra, en esas condiciones, con la presencia del gobernador. Dos días después, se la concluyó, con la presencia del Intendente y de 600 espectadores.