domingo, 2 de noviembre de 2025

UBICACIÓN: A LA ALTURA DE CALLE ROQUE SÁENZ PEÑA, ACTUAL RAMBLA.

ESTADO ACTUAL: INEXISTENTE. Permanece en la memoria colectiva del pueblo.

 

Puerto Madryn se visualizaba como un balneario natural. Cada verano arribaba a sus costas gente proveniente del valle y otros destinos de la región, configurándose poco a poco la identidad turística de la ciudad. No existe un mejor ejemplo arquitectónico que refleje esa época que el “Balneario Argentino” de Tomás Curti, un inmigrante italiano que arribara al pueblo en 1907. Era un hombre visionario por lo que decidió desarrollar este proyecto. En un principio, además de los elevados costos que conllevó la edificación, por motivos diversos, tuvo graves inconvenientes con las autoridades de Subprefectura y algunos comerciantes. Estos alegaban que obstruía la vista al mar, que el balneario estaba emplazado en tierras ilegales, y que la obra estaba fuera de los códigos establecidos. A pesar de las discusiones, la obra se realizó, dado que contaba con una aprobación provincial para desarrollar la empresa.

El edificio se construyó con materiales amenos a su entorno, de madera y chapa, componiendo una obra arquitectónica unificada, sin agregados ni resquicios. El balneario se elevaba sobre la costa y parte sobre el mar. Constaba de un gran salón central de forma octogonal en la planta baja; de allí se desprendían dos pasillos con vista al este, y sobre cada ala había seis departamentos pequeños o casillas para los bañistas. Cuando subía la marea, pasaba el agua por debajo del edificio. Tenía innumerables elementos que lo distinguían, como una sala de juegos de azar, instalación de agua fría y caliente, instrumentos musicales, y un espacio con aparatos de gimnasia.

NOTA: Luego de su inauguración se dieron una serie de hechos que boicotearon el innovador balneario. Finalmente el establecimiento se fundió. Al poco tiempo, en 1921, Curti fallece y su viuda trata de alquilar el edificio sin obtener resultados, hasta que en 1928 es desarmado y vendido por partes.

Fragmento del libro “Puerto Madryn, historias contadas por la arquitectura”, de Néstor Grisolia

 

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