viernes, 26 de julio de 2024

Dos bancarios, uno jubilado otro en plena labor y cercano a la Bancaria, mesa café mediante en el elegante y coqueto “Maximino” de Trelew, mantenían una amable charla como corresponde a viejos amigos. Como suele ocurrir los temas fueron diversos: deportes, el mundial de fútbol que está por comenzar y la actualidad política. Después de “arreglar el mundo”, y dar cada uno los pronósticos correspondientes sobre Qatar, el veterano disparó: “che, ¿cómo anda el tema Aquilanti con la causa judicial? Es director y comparte con la bancaria la conducción del Banco y, en cierta forma, puede perjudicar a la institución, lo mejor es no hacer olas”.

El empleado en actividad, cercano al Sindicato, se acomodó en la silla y explicó al desactualizado contertulio: “Leonardo está tranquilo, la pasó muy mal, pero ya juntó todos los papeles que puedan acreditar el capital logrado desde que llegó a Chubut, muchos años de sacrificio y además el Gobernador nunca le soltó la mano. Tengo entendido que el propio mandatario realizó gestiones en la justicia para que todo salga bien… ahora solo piensa en terminar toda esta historia, se siente dolido y preocupado por el injusto sufrimiento que pasó su familia por todos esto”.

El jubilado, indudablemente, no compartía esa visión de su ex compañero de trabajo y fue muy claro: “viejo, no me jodas, vos sabés bien que los Aquilanti eran unos muertos, él hacía cobranzas para el estudio de Marcos Sánchez y vendía repuestos de celulares y la mujer hacía masajes y cosmética, tranquilo debe estar ahora que como director gana más de un millón seiscientos mil pesos, tarjeta Black para sus gastos y todos los chiches, con eso cualquiera está tranquilo… pero todos sabemos como ‘la hizo` y vos también lo sabès bien…”.

El bancario más joven fue claro: “mirá, estoy podrido de que los argentinos, nos la pasemos mirando para atrás que si peronistas o atiperonistas, unitarios o federales, que Roca es bueno o malo, hay que terminar con eso, se ha judicializado la política y seguimos empantanados”.

El jubilado lo miró con gesto algo burlón y respondió: “Qué tiene que ver Roca o Sarmiento en esto, este tipo fue un personaje de los tantos que han llegado a esta provincia y de muertos pasaron a ricos, Aquilanti trabajaba con Marcos Sánchez y luego formó una dupla inseparable con Barbato, siempre juntos, hasta los apodaban “los cremalines“, o no te acordás? después del triunfo de Mario (Das Neves) en el 2003, lo serrucharon al buenazo de Sánchez que salió de Lotería y ellos empezaron a manejar el instituto como querían; después a Servicios Públicos y tocó el cielo con las manos cuando lo mandaron a manejar la cordillera, tierras, títulos de propiedad, bosques, raleos, ahí formó un compacto equipo, un verdadero Dream Team, con Castro, Iván Fernández, Lapitzondo y algunos más. Ahí actuó con absoluta discrecionalidad y potestad, le fue muy bien con un sueldo de funcionario, fue indudablemente muy ahorrativo, “armaba la comarca” y con ese cuento también lo empaquetó a Arcioni y siguió un tiempo más hasta que llegó el premio gordo el cargo en el directorio del Banco. No sé como no cayeron en las primeras causas de corrupción que hubo, tuvieron suerte,  espero que lo que decís sobre la influencia de Arcioni en la Justicia no logre que quede todo en la nada… Pero no me extrañaría”.

 

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