El conflicto entre el gobierno provincial y el nacional tiene su origen en las deudas que el exgobernador Mariano Arcioni, el exministro de Economía de Nación y entonces candidato a la presidencia, Segio Massa, dejaron a Ignacio Torres.
Las bombas financieras dejadas por el exministro Oscar Antonena empezaron a detonarse luego de que el actual gobierno intentara, sin éxito, refinanciar los vencimientos con Nación.
A lo largo de 2020, 2021 y 2022, el gobierno de Arcioni tomó deudas del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial de Nación (préstamos a corto plazo con altas tasas de interés) por un valor cercano a los 150 millones de dólares, dinero que no devolvió y a través de la resolución 1632 del exministro de Economía Sergio Massa, del 6 de noviembre del año pasado, dos semanas antes del balotaje que consagró presidente a Javier Milei, refinanció la deuda de Chubut, pero a solo 12 meses, ajustada por CER (esto es, atada a la inflación) con vencimiento a partir de enero de 2024.
Según decía Arcioni, “todas las medidas que está tomando Sergio Massa son pensando en la gente” y afirmaba: “El ministro de Economía de la Nación, nos ayudó a atravesar tiempo muy difíciles”.
Además destacaba: “DEJAMOS UNA PROVINCIA ORDENADA Y RICA PARA QUE CONTINÚEN CON SU CRECIMIENTO”.
Por su parte, el entonces secretario general de Gobierno y presidente del Frente Renovador en Chubut, Alejando Sandilo, resalta que “si los chubutenses supieran todo lo que hizo Massa por Chubut, todos serían massistas”. La notable tarea realizada es todos estos años le valió a Sandilo el premio de un puesto de planta permanente en la Subsecretaría de Servicios Públicos, donde cobra más de $1 millón por mes.
Para Ignacio Torres, en cambio, “el gobernador Arcioni puso la cabeza en la guillotina endeudándose con tasas altísimas”. Cada cuota pautada entre Arcioni, Oscar Antonena y Massa representa un tercio de los ingresos por Coparticipación que hoy recibe la provincia.
A pesar de los anuncios mentirosos de orden financiero y posibilidades de progreso, lo sucedido en los últimos días deja a las claras que Arcioni y su equipo dejaron un desastre económico en la provincia que llevará muchos años poder acomodar. Mientras los chubutenses nos ajustamos para ir cancelando las deudas heredades, Arcioni descansa plácido en su banca del Parlasur.